Los conciertos fueron el jueves 15 y el viernes 16 en el foro sol. Fui al primero acompañada de mi madre (aplausos), a la sección general de enfrente. Al segundo fui con mi querido
Mau, a la sección general normal. La combinación acabó siendo muy conveniente porque en el primero pude ver bien y en el segundo pude oir bien, ambas cosas son fundamentales para disfrutar una ocasión como ésta.
Mi madre y yo llegamos a una hora que nos permitió colocarnos a unos 8 metros del escenario, del lado de Zeta. Sin querer, resultó que traíamos binoculares y definitivamente les dimos uso para verle las expresiones faciales a Zeta y a Cerati. Desafortunadamente Charly queda muy escondido detrás de su batería asi que lo admiramos menos. Durante un mes estuve huyendo a cualquier fuente de información que me revelara cualquier detalle sobre el setlist. Por supuesto había varias canciones que iban a ser de cajón, pero hubo harto espacio para sorpresas. Como sea, no pude evitar brincar y gritar como loca cuando empezó a oirse la guitarra de
juego de seducción. Para estándares del DF, las noches estaban dos tres frías, asi que tanto Cerati como Zeta salieron envueltos en varias capas de ropa, uno con rebozo y el otro con gorra.
Cuando apenas estábamos entrando en calor, tocó que se aventaran una de las canciones que yo más esperaba,
hombre al agua. Casi me sacó lagrimas. Ahora que los he estado oyendo obsesivamente, descubrí que las canciones donde el bajo juega un papel más importante son de mis favoritas, y ésta es un ejemplo maravilloso de la genial combinación de guitarra y bajo.
La ciudad de la furia es otro ejemplo y viene acompañada de una proyección muy chida en las pantallas del escenario. A estas alturas Zeta ya no traía saco, ni gorra y Dios santo... ¡que hombre!, yo sí le hacía el favor cualquier día. ¿Quién dijo que la calvicie no es sexy?. Mi adoración por Cerati ha quedado establecida desde hace rato, pero a partir de ahora también adoro a Zeta. Si no fuera una señora casada (y si tuviera 12 años) tapizaría una pared con posters. Otra cosa que fue un placer total fue oir las montones de veces que Cerati nos llamó 'linduras', 'hermosos', 'bellezas', etc... creo que solo el y Juanga se pueden aventar esas.
Por supuesto, cuando alguno de los himnos empezaba a sonar, tipo
persiana americana,
de música ligera,
nada personal, inmediatamente se convertían en música coral para 50,000 voces. Por una parte, me hubiera gustado oirlas, pero por otra parte, esta chido eso de sentirse en comunión con tantas otras almas. No cualquier día cantan tantas personas juntas y todas felices. Mención especial merece la guitarra azul de Cerati (ahi si alguien sabe de tecnicismos que nos ilumine, yo nomas no hallé datos). La inmensa mayoría de los riffs que todo mundo conoce, que ponen a gritar a la multitud, que enchinan el cuero, vienen de esa guitarra. Hubo un mini-set de tres canciones, incluida
sueles dejarme solo, en la que sonaron a banda de rock puro y duro. Creo que nunca me había quedado tan claro lo clásica que suena esa canción. Una vez más vale la pena decir que a Cerati siempre se le considera letrista, cantante y frontman en general mucho más que instrumentista, pero la neta es que también es un fantástico guitarrista.
Para mi sorpresa, el disco del que menos canciones tocaron fue Sueño Stereo. Para mi beneplácito tocaron varias de Dynamo (¡
en remolinos!, ¡
fue!) y más del 50% de Canción Animal, aunque se brincaron
canción animal, precisamente. Lo curioso es que las más pedidas y que no llegaron, fueron las cuatro faltantes de éste disco. Es un discazo. Por supuesto a mí me quedaron varias canciones en el wishlist (
entre caníbales,
angel eléctrico,
corazón delator,
lo que sangra, entre otras), y hubo unas cuantas que yo no hubiera extrañado terriblemente (
no existes,
zona de promesas,
texturas), pero habiendo tocado 29 canciones en casi trés horas en cada concierto, la verdad uno no se puede quejar de nada, se vieron generosísimos y sobrepasaron mis expectativas por mucho. Fueron conciertos grandiosos y yo sigo en trance hasta ahora. Eso sí, lo de cantar a grito pelado seis horas en dos días me acabó inflamando la garganta y tuve que volar enferma de regreso... valio toditita la pena.
Aqui les dejo fotos malonas de celular. La última, de mejor calidad, es cortesía de Mau.