29.4.10

Mi sesentón favorito

Hoy es un día importante porque marca el momento en el que mi señor padre entra oficialmente a la sexta década de su existencia. En el lado bueno, se va a organizar una celebración como debe ser, lo cual siempre es indicación de salud y bienestar. En el lado triste está que el vivir tan lejos y cargar la panza que me cargo me impide estar con él en éste momento, cosa que me parte el corazón. Volviendo al lado bueno, el pretexto de estar produciendo su primera nieta es suficientemente feliz y loable como para que al final la suma sea totalmente positiva y yo esté en ánimo de celebrarlo todo el fin de semana.

No viene al caso hacer aqui un largo ensayo sobre lo que mi padre significa para mí (tal vez lo prepare para su cumple 65). Baste aqui decir que me siento inmensamente afortunada de que me haya tocado ser la hija de ese señor. He disfrutado enormemente mi tiempo con él, y eso incluye los agarrones que muy de vez en cuando nos hemos llegado a dar, que también son parte de la educación existencial. Lo mejor es que sobre todo nos divertimos mucho estando juntos, le debo una parte importante de mis vicios en la vida (música, cine, lectura, deportes) y ahora espero que me ayude a inculcárselos a la siguiente generación, junto con los muchos buenos hábitos que vienen en el paquete.

A pesar de la distancia, hoy me siento muy cercana a él, a su señora, y a su hijo. Aunque sea de manera virtual, juntos celebramos la fortuna de ser una familia feliz y amorosa dónde quiera que estemos. Hoy toca levantar la copa por nuestro patriarca, abrazarlo, agardecerle, y desearle muchos años más.

¡Te amo papito!, que tengas un gran fin de semana celebratorio.

15.4.10

Hilo negro: músculos, ligamentos y hormonas

No todos los clichés del embarazo son ciertos, pero en mi caso hay algunos que han funcionado perfectamente. El primero es que el segundo trimestre en efecto es la "época dorada", se te empieza a notar la panza, todo mundo te felicita, recuperas energía, eres todavía bastante ágil y móvil. El segundo cliché cierto para mí es que recién entrada al tercer trimestre, la cosa cambia. La espalda empieza a doler más seguido y en más lugares, varios músculos y ligamentos se sacan de onda a la menor provocación, cuesta más trabajo subier escaleras, camina uno más lento, adiós a las comidas grandes.

Otros síntomas que ya llevan presentes un rato, pero que han empeorado con el tiempo son el cerebro disfuncional y los dedos de mantequilla. Ya decidí bautizar los lunes como "los lunes del olvido", casi sin falta ese día llego a la oficina para descubrir que no traigo la llave, o el cable de la compu, o mi cartera, o mi bocadillo de la tarde (muy importante). Se me olvida mandar mails, imprimir cosas, avisarle cosas simples a colegas, y me cuesta mucho más trabajo que antes mantenerme concentrada en lo mismo más de veinte minutos seguidos. Es desafortunado que justo cuando uno menos debería agacharse, es cuando uno más tira cosas al suelo. Se me caen las llaves, las plumas, papelitos, utensilios de cocina (cosa de cuidado), los calcetines que de por sí me cuesta trabajo ponerme... en fin. Es cuestión de resignarse y aprender a no manejar objetos delicados.

En el lado agradable de las cosas, la muchacha se ha asentado a horarios más o menos regulares para moverse y es claro que el espacio en la panza es reducido. Los moviemientos son menos como "patadas" y más como bultitos moviendose. De vez en cuando pega una especie de brincos con todo el cuerpo en los que siento que la panza entera se expande. Todavía no alcanzo a distinguir cláramente ataques de hipo, pero ya los he sospechado un par de veces. Y bueno, el horario nocturno, finamente calculado para cuando su papá ya está profundamente dormido, es cuando se deschonga por completo y sigue practicando mambo sin falta. A veces me despierto a media noche por sed o por dolor de espalda y noto que la actividad en la panza está a todo vapor, pero todavía no me impide volver a dormirme. Hace dos noches empecé a usar una almohada extra entre als piernas y debo decir que sí ayuda bastante a evitar ciertos dolores de cadera. Me asombra que Niv pueda dormir con tantos bultos extra a su lado.

Adiooos pies
Regalo de Clau
Fue un hit en el instituto

12.4.10

De publicaciones

Como algunos de ustedes ya saben, el viernes pasado envié un artículo para publicación. Es la primera vez que lo hago en formato de carta (letter), lo cual implica un límite de cuatro páginas y en principio un proceso de arbitraje más rápido que para artículos normales. La otra novedad es que es la primera vez que tengo más de dos coautores, ¡esta vez tengo seis! No es mucho para los estándares astronómicos, pero sí fue toda una novedad para mí eso de lidiar con tanta gente a la hora de circular el manuscrito. Descubrí que después de tantos años de trabajar con mi asesor de tesis, ya estoy muy hecha a sus modos y sé muy bien como alegar y negociar contenidos con él, pero cuando metemos a otras persoans en la ecuación, todo se complica bastante. Al final creo que no tengo de qué quejarme, tengo un buen grupo de colaboradores y creo que pasamos esta primera prueba (es el primer artículo que enviamos como colaboración "grande").

Uno de los alegatos mas inútiles y sostenidos fue sobre a qué revista mandar el artículo. Un gran porcentaje de la astronomía mundial se publica en cuatro revistas, dos gringas, una británica y una "europea" (con muchos usuarios frances e italianos). Es claro que yo tengo un sesgo fuerte por haber hecho el doctorado en EEUU, donde la gente rara vez manda artículos a la revista británica, y casi nunca a la europea. Al menos en mi campo, me parece que el trabajo editorial de la revista europea es flojito, son bastante barcos a la hora de elegir arbitros y dejan pasar unas cosas horrorosas en cuanto a estilo y demás. La cosa es que no cobran a gente de instutuciones europeas y eso explica el enorme uso entre los paises con menos dinero. La revista británica tiene mucho mejor trabajo editorial, y también es barata, así que también hay algo de tradición en la que los observadores van más a la europea, y los teóricos a la británica. A las gringas van todos los que tienen dinero porque el trabajo editorial es mucho mejor (en mi opinión).

Yo le pregunté al jefe si podía mandar el artículo a la gringa y dijo que sí, con lo cual me ahorro tener que cambiar todos los centers to centres y realize to realise, pero sobre todo, recibo mucho mejor trato editorial. Uno de mis colaboradores no dejó de insistir hasta el último momento en que podíamos enviar al manuscrito a la revista europea. Al principio le di mis argumentos racionales, y cuando siguió insitiendo acabé tirándole a lo irracional: porque soy primera autora, porque quiero y porque puedo ¿ok?. Creo que había algo de orgullo europeo herido en su alegato, pero me negué a sucumbir.

Por primera vez no cumplí mi tradición de tomarme una cerveza después de enviar un artículo (me rehuso a tomar cerveza sin alcohol, ¿para qué?), pero lo que más coraje me dio fue que no llevaba ni 12 horas de sentir el alivio de haber terminado eso cuando recibí un e-mail de la misma revista pidiéndome que comentara sobre un artículo de alguien más... no puede uno relajarse y disfrutar ni un fin de semana en éste negocio, ni modo. En fin, espero que no me toque un arbitró panchero (como me ha tocado el 50% de las veces), veremos como anda mi karma arbitral estos días.

7.4.10

Ingenio alemán

El otro día vi éste vehiculo circulando por la ciudad, y luego tuve la suerte de pescarlo estacionado. Sigo sin entender exáctamente cuál es su función, porque según yo es tan chiquito, que si carga un barril no tiene espacio para los tarros. De todas maneras me causó mucha gracia.

5.4.10

Sábado de castillo

Sabiendo que mis planes para las mini-vacaciónes de pascua eran discretos, me aferré a usar el único día con buen clima para salir de la ciudad. El destino elegido fue el Chiemsee (lago cercano), cuya atracción principal es el castillo localizado en una isla en medio del lago. El viaje implica una hora en tren desde Munich, un taxi de la estación de tren al muelle, 20 minutos en un barquito, y 10 minutos en carruaje de caballos (no indispensable, pero recomendable para señoras panzonas).

El tour del castillo (llamado Herrenchiemsee) dura poco más media hora. Fue muy agradable porque éramos unos 10 en el grupo y nuestra guía resultó conocedora y muy amable. La locura de Ludwig II lo llevó en éste caso a intentar hacer una copia casi exacta del castillo de Versalles. Hay unos 10 cuartos que son una copia bastante fiel del mencionado castillo francés, y funcionan como homenaje al rey Sol, del cual Ludwig cláramente era mega-fan. Desafortunadamente, no permiten tomar fotos en el interior, así que esas se las debo. Poco después de la muerte de Ludwig II comenzaron a recibir visitantes para poder reparar un poco el gran agujero en las arcas que sus excesos palaciegos habían dejado. El rey pasó en total 10 días en éste su castillo soñado (en buena medida porque murió poco después de que fuera utilizable). El monarca habrá estado totalmente loco, pero acabó dejando las mayores tracciones turísticas de Bavaria al pasar de los años.

En el exterior sí nos dimos vuelo con las fotos, aprovechando el agradabilísimo clima primaveral. Ya encarrerada, de regreso caminé al muelle y a la estación de tren. Me sorpendió ver que todavía puedo hacer ciertas caminatas, aunque a paso de tortuga. Le agradezco a los acompañantes su buena dosis de paciencia. El plan acabó siendo una magnífica manera de pasar parte del puente de pascua.

Simpáticas gaviotas con cara negra
Los paseantes
Hombre sapo
Fuente de sapos y tortugas
... y reptiles boquiabiertos
Parte de los jardines
Martin todavía tiene que aprender qué cerveza va en qué vaso. Nota: la Helles no va en vaso de Weissbier
La primavera en su esplendor
Jugando con los arbolitos
En el barco