9.2.13

Primer paso de la mudanza

He estado tan terriblemente ocupada de un mes para acá, que hasta ahorita me di cuenta que nunca vine a avisar aquí que ooootra vez nos mudamos de país. El chisme es más o menos así: alguién renunció en Austin y metió a uno de los proyectos de los que trabaja Niv en un problema porque necesitaban un reemplazo muy específico y muy pronto. Gracias a eso, le hicieron una oferta que nos incluye a los dos y la aceptamos en un periodo de tiempo bastante corto. Nos vamos a Austin, otra vez.

Nuestro contrato de renta aquí en la casa se termina a mediados de febrero, por lo que le pregunté a la dueña si estaba dispuesta a externderlo un par de meses. No estuvo dispuesta (vieja mensa), así que me metió en una carrera enloquecida por ver como demonios organizaba una mudanza parcial para meter nuestras cosas en una bodega e irnos a casa de mis padres. Dos semanas después de que empezó la locura, recibí una llamada de la casera diciendo que siempre sí me podía quedar... casi la mato, pero por supuesto la mandé al cuerno (vieja mensa al cuadrado).

Llevo un mes con cerebro de inventario, camino y cada objeto que veo acaba en alguna lista mental. Logré vender la mayor parte de nuestros muebles en un tiempo record y justo me encuentro en el proceso de entregarlos. Una vez más agradezco la oportunidad de deshacerme de cosas que ya no uso, y me alegra reportar que casi todo ha encontrado un hogar amoroso y no se ha ido a la basura. También me alegra ver que salvo varios discos y un par de cosas de cocina, no es tanto lo que va a regresar a Austin después de cruzar un oceano dos veces, pero cuando encuentro algún objeto que sí está en esa lista, me doy una palmada en la frente.

Supongo que ayuda eso de ser una experta en éste tipo de movidas, pero eso no quita que sea un proceso muy estresante y agotador. Esta mudanza tiene varios pasos: salirnos de esta casa, que Niv se vaya por adelantado, y luego lo alcanzamos Leah y yo. Ni idea si vamos a tener casa allá para cuando ya estemos los tres, y por supuesto vamos a tener que amueblar la mayor parte de la casa una vez más. Mi único consuelo es que hay IKEA del otro lado.

Un último punto: que difícil es organizar lo que sea con niños. Hoy de plano mandé a la niña con sus abuelos porque si no no iba a acabar de separar las cosas. No le gusta deshacerse de nada, todo le da curiosidad y lo quiere sacar de donde uno lo acaba de poner, pregunta por toooodo, y luego se lo quiere poner o llevarlo a un lugar nuevo. Imposible. Le hemos explicado que vamosa  dejar la casa, y que después de estar con los abuelos nos vamosa Austin. Ya lo repite con mucha soltura, pero no creo que la pobre entienda lo que está a punto de pasarle. Esperemos que la educación movediza que le hemos dado sirva en estos meses.