24.10.07
Oficinales
Hoy estaba contenta porque cuando llegué mi oficina estaba calientita. A media mañana, me empezó a oler ligeramente a quemado. Busqué por todos lados la posible fuente y no la encontré en mi oficina. Eventualmente me quedó claro que venía del área común, a esas alturas el olor a químico quemado era muy molesto. Pues ahi tienen que la ñora que se ocupa del la máquina de café y periféricos, sin querer asó la tapa de la cafetera. Una de las hornillas de la estufa eléctrica del área común ahora está elegantemente plastificada (inservible, needless to say) y la cafetera se ve muy maltrecha. Con tal de no ahogarnos, tuvimos que abrir varias ventanas y por consiguiente, nos invadieron los pingüinos. La cafetera, por cierto, es especial, gente de dos institutos a la redonda peregrina hasta aca porque es la única que hace espresso de a deveras. Creo que la señora va a recibir varias mentadas en secreto el día de hoy.
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