29.8.10

Salidas

Entre que hay que aprovechar los últimos días calurosos, y que algunos días calurosos fueron más bien sofocantes, estuvimos saliendo mucho la semana pasada.

Comenzamos con la primera fiesta infantil a la que Leah ha sido convocada. Se trató del cumpleaños número dos de Damián, que se celebró por todo lo alto en un Biergarten. La comida fue toda hecha por los invitados (menos nosotros porque nadie nos avisó), y estuvo buenísima. Uno de los pasteles es digno de mención porque quedó fabuloso de forma y de sabor. Se trataba de uan cancha de futbol, con porterías de chocolate, pelotas y ¡hasta jugadores!. Recortaron fotos de los invitaditos y los pusieron en la cancha. Monísimo. Leah durmió el 80% del tiempo.

El domingo fuimos al lago más grande de las cercanías, llamado Stanbergersee. Medio Munich se dio cita en los alrededores para nadar o navegar en sus aguas. Nosotros simplemente fuimos a comer un almuerzo tardío a las orillas. Primera visita a un gran cuerpo de agua para la niña, que fiel a su estilo, durmió casi todo el tiempo. En la semana salimos a comer almuerzo con saba Tuvia y savta Nani (abuelo y abuela en hebréo) aqui cerca de la casa.

El remate, la madre de todas las salidas, sucedió el jueves. Leah y yo fuimos al centro a almorzar con Nani, acabamos sentadas en un restaurant al aire libre que está en la orilla del parque. Aclaro que la temperatura era de 31 grados, cosa que dentro de la casa se traduce en "in-so-por-ta-ble". Ahi mismo en el Hofgarten le di de comer a Leah y hasta la cambiamos de pañal en una banca. Decidimos adentrarnos en el parque y poco a poco nos acercamos hasta la torre china, en donde habíamos quedado de ver a unos amigosy a Niv en una hora y pico... así que ya mejor nos quedamos ahi. Comió y la cambié otra vez. Llegaron los amigos con todos sus niños, y los papás intentamos mantener una conversación mientras los infantes recibían atención a necesidades variadas. Comió otra vez. Entre comida y comida, Leah durmió plácidamente varias siestas en su carriola, mientras su madre la empujaba y por lo tanto gastaba más y más energía. Después de 7 horas de hacer lo mismo, la niña estaba muy de buenas y lista para volver a casa, mientras la madre estaba para la basura. Nos bañamos los tres y dormimos como angelitos esa noche.

El clima se tornó glacial hace dos días, así que valió la pena el maratón de salidas.

La vaca en la vaca
Damián (a la izquierda) y su fabuloso pastel
Fer y yo con nuestras jugadorcitas
Niv presumiendo a su retoño
En Stanbergersee
Con saba y savta
En el enésimo Biergarten
¿Qué tal el "peinado"?

23.8.10

... como la hierba.

Entre que Leah crece como quelite y que hemos estado saliendo, siento que me estoy atrasando muchísimo en el blog. Si sigo así, para cuando me ponga al corriente, la muchacha ya va a caminar.

No puedo dejar de compartir la felicidad que me inunda por sus dos recientes visitas a doctores. La primera fue su revisión, justo cuando cumplió un mes, en la que el doctor casi le puso una estrellita en la frente. Cuando nació estaba justo en el promedio de tamaño y peso. En ese mes creció ¡5 cms! (lo cual es normal, pero a mi me impresionó, lo que es no saber), ganó casi 800 grs, y se acomodó entre el 25% más pachón de su género. Se portó como las buenas en el consultorio. Aproveché para platicar con dos pares de papás con bebés de la misma edad en la sala de espera, y me di cuenta de que en efecto me tocó una muy buena niña en la rifa. Ellos se quejaban más que yo.

La segunda visita fue a un ortopedista para que le hicieran un ultrasonido de la cadera y checar el desarrollo de las cavidades del femur. El examen implicó despertarla en un lugar desconocido y feo, desvestirla, acomodarla en un apartejo raro y embarrarla de gel. Tenía todos los pretextos para quejarse amargamente, y para nuestra gran sorpresa, ¡no lloró!. De un lado salió perfecta, y del otro lado toca que la vuelvan a ver en unas semanas para ver como va (cosa normal). Es ruda pa' los doctores mi niña.

Después de estar aqui dos meses, de haberme brindado una ayuda y compañía tan valiosa como placentera, de haberse paseado por casi todos los museos de la ciudad, y de haber entretenido mucho a su mini-sobrina, mi hermano regresó a su vida en Asia. La separación estuvo cubierta de llanto, el mío por sentimental y el de Leah por hambrienta. A mi me queda claro que lo extraño mucho, y aunque a Leah le quede menos claro, estoy segura de que lo extraña igual o más. La buena noticia es que una vez solas las dos (entre semana), ya quedó claro que sí podemos vivir y hasta vivir bien. Hemos seguido disfrutando de los días lluviosos en casa, hemos salido en los soleados, y lo más asombroso de todo: no he dejado de comer, aunque la calidad de la comida si dió un bajón... no se puede todo. Quiero hacer público el agradecimiento por venir a echarme la mano y a estar con nosotros éste verano. Espero que no pase mucho tiempo hasta que podamos volver a estar con él. Te quiero hermanito.

Hacen falta más fotos de Leah con su mamá
Su premio por portarse bien con el pediatra
Hermanos
Despedida
Premio por portarse bien con el ortopedista

20.8.10

Animalitos

Decidí llevar a mi changuita a conocer a sus primos al zoológico. Al final se pasó todo el tiempo dormida, pero Julio y yo fuimos muy felices disfrutando del show. Nos tocaron muy activos muchos de los animales. La crónica va en forma de fotos.

Búfalo o bisonte, nunca me acuerdo cuál es cuál
¿Cómo se llaman estos bichos?
¡El gorilita ya come solo!
Otra mono araña embarazada
"¡Cuidado! nuestros orangutanes escupen"
Adorable orangután de un año
Lemurcito
I like to move it move it
Mono tití
Canguro retozón
El tío tomando turno con la carriola
El pingüino estuvo todo el tiempo viendo la pared, ni idea por qué
Oso polar antes de echarse de panzaso a la alberca
Saqué a la changuita un rato del carro

16.8.10

Comparando



A estas fotos las separan casi 30 años. Tienen en común que todos los sujetos son miembros de mi familia directa. El bebé de la primera es el adulto de la segunda. No sé exactamente qué edad tenía el bebé en la primera, pero juzgando por los cachetes, seguro era más grande que la bebé en la segunda. La barba rala es parte del ADN familiar aunque la capacidad visual se ha ido deteriorando, aparentemente. El saludable pelambre también parece ser común a todos.

11.8.10

Salidas

Ahora que ya me siento mucho mejor y aguanto más actividad física, hemos estado saliendo mucho: a pasear por el parque, a almorzar o cenar, al centro (aunque todavía no me animo al shopping con ella) y ¡hasta salimos de la ciudad!

Los tíos de Niv están de visita desde Israel, así que aprovechamos para hacer una salida a Andechs (monasterio productor de cerveza). Los rucos nos fuimos en los autos de mis suegros, mientras que Julio y Martin hicieron el paseo oficial trepando la montaña. Fue muy agradable aprovechar el buen clima de estos días, y cambiar un poco de aires. Claro que a Leah le da un poco lo mismo porque ella duerme la mayor parte del tiempo. Por esa razón y por protección contra el sol, las fotos en exteriores son más bien de la carriola.

El lunes Julio y yo la llevamos al zoológico (va a ser post aparte), donde también durmió a pierna suelta. Ayer fuimos a una sección del Deutsches Museum que está en un suburbio de Munich y contiene su colección de aviones. El paseo valió la pena por el ejercicio y el aire fresco, pero del museo me perdí la mitad porque no pude lograr que Leah durmiera una siesta normal en la carriola... a veces pasa. No alcancé a sacar ni media foto, ya será para la otra.

Hoy toca casita, a pesar de que le día parece ser el último soleado de la semana. Ya no puedo más, me hace falta recargar pila.

Cara de interesante
Las maldades del tío
La versión post-panza
Su primer salida a carretera, muy atenta viendo a la ventana
En Andechs
Con los chicos
Con los grandes
El tío Maxim también le dio su paseo

3.8.10

Aprendiendo

Es increible la velocidad a la que cambia un recién nacido. Cuando sientes que ya les agarraste la medida, se sacan algún truco nuevo de la manga. Cada vez que ocurre un desastre escatológico (que suelen suceder a la mitad de la noche, por supuesto), uno cree que no se puede poner mucho peor la cosa... hasta el siguiente, donde se alcanzan nuevos horizontes. Asombra el nivel de desmadre que se puede organizar una persona tan chiquitita.

Otra comprobación impresionante de la ley de Murphy es que los elevadores parecen descomponerse o salir de servicio, estrictamente cuando uno los necesita, no antes o después. ¿Me creerán que me tocó que le hicieran una inspección al elevador del instituto justamente cuando me tenía que ir corriendo antes de que empezara a llover?. Hablando del instituto, ayer hicimos nuestra primera visita para placear a la muchacha. Sólo faltó el jefe mayor, pero fuera de eso todos los colegas del grupo alcanzaron a ver a la bella durmiente. Cuando caminamos por la cafetería a la hora del almuerzo, Leah fue dejando un rastro de suspiros detrás de ella.

Volviendo a lo de los cambios. Me alegra reportar que tenemos evidencias de que la muchacha crece a buen paso. Para empezar, sus cachetes se hacen más pachones cada día, pero también hay ya algunas piezas de ropa que le están empezando a quedar justas. Usando mi báscula del baño (y tomando la diferencia de peso con y sin ella) dice que pesa 3.8 kilos... por ahi debe andar.

Una cosa que sí es constante es que los regalos (sobre todo de personas que no nos conocen, como amigas de mi suegra) son TODOS rosas. ¿Cómo se le ocurre a la gente que cualquier ser humano va a querer tener todo de un solo color?, ¿por qué es así la gente?.

Ayer le demostró a su papá eso de que los bebés traen altímetro incluido. Mientras estaba parado, todo era paz, en cuanto se sentaba, comenzaban los berridos. Lo bueno es que esas etapas "pancheras" sólo le duran un ratito en la tarde-noche. No sé qué es lo que los hace ponerse especialitos a esa hora, pero leimos la advertencia en varios sitios. Fuera de eso, ella se porta muy bien, particularmente en las noches. Patalea (mucho) con los cambios de pañal, pero el resto del tiempo come y duerme. Ni Niv ni yo sentimos que traigamos un deficit de sueño digno de mención.

Vamos bien hasta ahora, pero yo tiemblo de pensar lo que será de mi cuando el tio Julio nos deje en un par de semanas. No sé que voy a hacer para entretenerme ni que voy a comer entonces.

Hace unos días
Con el tío en el Hofgarten
En cercana compañía de Parménides
De hoy