Tengo buen pretexto para haberlos abandonado los últimos días: primero estuve preparando la visita de mis padres, y después los he estado paseando.
Estaba algo temerosa de que el frío sacara a mis progenitores de onda, pero afortunadamete el pequeño chihuahuensito que traen dentro, los ha hecho aguantar como los buenos... mucho mejor que yo, por cierto. Durante un par de días peinamos la ciudad a pata, recompensándonos con varios glühwein y comida rica por nuestros arduos esfuerzos.
Ayer nos lanzamos a la aventura, nos internamos en la Bavaria profunda para visitar el castillo de Neuesschwanstein. El castillo solito vale la pena porque es el mejor testamento de un rey orate (Luis II de Bavaria), que era fan from hell de Wagner y que por poco y desfalca las arcas del reino a punta de construir castillazos. A pesar de casi perder los dedos de los pies por congelamiento, quedamos encantados con el paisaje de montañas y bosques nevados. Nunca me había sentido tan en medio de una tarjeta navideña. Lo único que me desilusionó fue la comida, el pueblo está lleno de trampas para turistas y caimos en una de ellas.
1 comentario:
A veces es como vivir dentro de la TV
Menos mal que es solo a veces,
Feliz navidad!
v g m
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