No, no hace ni remotamente tanto calor como en Austin, pero en Austin uno siempre tenía la opción de meterse a un lugar con aire acondicionado y el calor se olvidaba. Aca no hay pa donde hacerse. Obtengo el pan, literalmente, con el sudor de mi frente, son las diez de la noche ¡y todavía estoy sudando!
Se me pasó chismearles que al final en la quiniela acabé en tercer lugar (empatada con otros cuatro) de 68 personas. Si da un poco de coraje quedar a un punto de la lana, pero me pone de buen humor mi capacidad predictiva.
En medio de la ola de calor, logré avanzar satisfactoriamente en mi proyecto de cúmulos estelares falsos. Desafortunadamente no voy a poder avanzarlo mucho antes de irme a México, pero al menos se que va por buen camino, eso siempre da gusto. Mi ex-asesor anda de visita por aca asi que me dedicaré a perseguirlo en los siguientes días, a ver que le saco.
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