4.4.09

Crónicas Californianas III

Ya estoy de vuelta en casa, pero estoy muy atrasada con los posts.

Las cosas acabaron muy bien en Santa Bárbara. Di las pláticas que tenia que dar, comencé tres colaboraciones nuevas (si alguna acaba en artículo, será buena cosecha), e hice buenas migas entre los colegas. Tuve dos éxitos sociales: uno fue llevar a la gente a tomar cerveza el día de San Patricio, y el otro fue duplicar el número de participantes en la cena semanal. Me ofrecí a organizar la cena e inmediatamente me pidieron que escogiera un restaurant mexicano (No entiendo porque no podría hacerlo alguien más). Todo fue pedir perdón porque el restaurant no era fresa, y por lo tanto era más barato que en previas ocasiones, y ¡zaz!, que se apuntan 25 personas. Estuvo muy divertido.

Aparte de eso, hice un intento por ver ballenas, pero las ballenas no se dieron por aludidas... ni los delfines, asi que nos tuvimos que confirmar con un montón de focas. Había dos niñas en nuestro grupo, que comenzaron la exploración del barquito con algo de duda y cautela, al final andaban correteando por todos lados felices de la vida. Me desilusionó un poco no ver ballenas, pero pasar la tarde soleada en el mar no estuvo nada mal.

En mi último día ahi, Nairn y sus cuates me llevaron a un lunch de lujo. No por el lugar, que es una especie de cabaña hechiza, pero por la calidad. Son los mejores tacos de Santa Barbara. Por si algún día andana por alla, el lugar se llama "La Super Rica".

De mi viaje de despedida les platicaré en el siguiente post.

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