4.10.06

Oootra boda

Ahora nos tocó asistir al enlace matrimonial de uno de los mejores amigos de Niv y su novia de 13 años (y con esto quiero decir que llevan 13 años juntos, no que ella tiene 13 años). Ya es de por sí raro que dos personas decidan casarse después de tanto tiempo de vivir en concubinato, pero que decidan hacer la boda con sólo doce personas (ellos incluidos) lo es todavía más. Niv fue requerido porque es el mejor amigo de Harry y porque fué testigo de la boda. Manuela se veía muy guapa y contenta, Harry estaba nerviosísimo, como si no supiera lo que le espera después de 13 años. La ceremonia fué sobria y corta, mucho menos simpática que la austriaca de la semana pasada, pero muy eficiente. Los novios decidieron hacer la celebracion en dos partes. Primero fuimos a un lago que esta a una media hora de Munich a comer pastel, y luego a un pueblito a comer una de las mejores cenas que he tenido en la vida.

A continuación paso a describir con lujo de detalle el menú de la cena. Sugiero que no lo lean si tienen hambre o si no les interesa la comida.

- Amuse bouche: tres mini platillos servidos en un platito redondo, uno cuadrado y uno triangular, sobre una tablita como de sushi. Una ensalada de lentejas con chorizo, arroz en una salsa verde buenisima, y paté de algo.

- Un plato con rebanadas diferenciales de atún (Carpaccio), que venían aderezadas con mousse de aguacate y wasabi (indestinguibles, lo cual me costó un trago amargo). En el centro del plato había una cesta hecha como de hojaldre, con una ensalada de lechuga, gengibre y varias algas.

- Crema espumosa de calabaza (la naranja grande, no la verde) con camarones... buenísima.

- Sauerkraut (col agria) con crema de trufa, cubierto de rebanaditas de salami y rebanadas de trufa blanca. Para mi sorpresa, el sauerkraut estaba excelente... inolvidable plato.

- Pescado blanco sobre una cama de espárragos y hongos.

- Nieve de manzana que sabía como si hubieran congelado lentamente un gerber de manzana casero. Perfectamente homogenea y cremosita, con una consistencia y un sabor perfectos.

- Buey en salsa espumosa de hongos, con brócoli, coliflor y zanahoria al lado... excelente.

- Helado de café (el negrito en el arroz, porque no me gusta el café) con pequeños panecillos y crema de vainilla.

Cada plato tenía la cantidad precisa de comida para disfrutarlo ampliamente sin llenarse y sin que se viera nouvelle-cuisine minimalista. Sobria y elegantemente servidos. Calculo que nos llevó unas tres horas y media recorrer la cena y que nos tomamos unas cuatro copas de vino (blanco y tinto, ausriacos, bastante decentes). Yo personalmente prefiero tener a más gente en mi pachanga aunque coman mole con pollo, pero agradezco infinitamente que estos muchachos hayan decidido tener una boda minimalista con cena de lujo. En una ocasión especial, felizmente volvería a ese restaurant, fue una noche memorable.

3 comentarios:

Verde dijo...

Si suena super apetitoso

Julio dijo...

¡Camara!, ya rugiste y ya tome nota. Asi que en tu boda yo te regalo el mole con pollo para 100 personas.

Anónimo dijo...

I usually try to read your blog using Babelfish, and oh my goodness, its translation of this menu was quite amusing. I think I got the idea, though, and what a wonderful meal!