Creo que el embarazo es una de esas etapas en las que uno se siente más conectado con el lado animal. Más alla de consideraciones prácticas, sí hay una necesidad instintiva de acomodar cosas y tenerlas listas para la llegada de la creatura. Estamos anidando.
Hace una semana y pico fuimos a un curso pre-natal, que tuvo que ser intensivo en dos días porque era la única manera de que Niv estuviera conmigo todo el tiempo. Los participantes éramos seis parejas, tres campechaneadas, tres alemanas. Todos hablaban mucho mejor alemán que yo, pero me defendí de manera decorosa. La parte útil de la información fue en la que explican con detalle la fisiología del parto, utilizando un bebe de plástico y un modelo de cadera. Está bueno saber qué hormonas hacen qué cosa. También útil fue aprender técnicas de respiración y de apoyo del marido a la hora de las contracciones. Por supuesto, todo el conocimiento fue entregado por una señora entrada en años, que hablaba muy pausado y que repetía las cosas varias veces (para mi fortuna). A Niv lo puso de muy mal humor el tono pachuli de la mujer, pero creo que su tolerancia para los estilos "alternativos" es muy baja. En todo caso, yo salí con ánimos de intentar evitar usar la anestesia raquidea, pero como no soy fundamentalista, estoy totalmente dispuesta a aceptar mi cobardía y usarla si así lo indicaran las circunstancias. Mi doctor me dice que el 85% de las pacientes la usan, así que no veo pecado en entrar a ese grupo si lo siento necesario.
Hace unos días fuimos a una tiendota de cosas de bebé que está a unos 40 minutos de Munich. Fue un poco maratónico, pero muy productivo. Niv hizo un gran acopio de paciencia para seguirme el paso y ayudarme a decidir varias cosas. Nos armamos de mamilas y productos periféricos, incluido el walkie talkie, hartos productos de avent. La compra estrella fue la carreola de nuestros sueños. La encontramos en oferta y dado que ya le teniamos echado el ojo, no dudamos ni un segundo en adquirirla. Resulta que no cabe en nuestro elevador por medio centímetro... lo cual me amarga un poco la existencia, pero sabemos que nos vamos a mudar de éste departamento en unos meses, así que prefiero aguantarme la molestia que sacrificar a un producto que me hace tan feliz. Sumando un par de compras en la red, creo que ya estamos casi listos para la llegada de nuestra infanta.
Por último, ayer hicimos varios movimientos en la casa para reacomodar o deshacernos de cosas y hacerle espacio a los nuevos productos. Una de las enormes ventajas de vivir en una caja de zapatos es que uno está obligado a mantener una mente práctica y minimalista, adquiriendo sólo lo estrictamente necesario y en la versión más sencilla posible. La opción más sencilla no es siempre la más barata, pero alguna ventaja tenía que tener ser padres a esta avanzada edad y teniendo dos trabajos.
Mi madre pidió esta foto
Medio metro de Bratwurst (no me la acabé, por cierto)
4 comentarios:
Esa carriola va a servir a varias generaciones, se ve fuertemente ensamblada
Poc dijo:
Llamar carreola a esa sofisticada máquina me parece inapropiado. Pruébala muy bien con un kilo de azúcar ante de poner ahí a la bebé, éste botón es para esto; aquel para aquello, no quiero que mi sobrina vaya a salir disparada por apretar el botón equivocada, como el chiste del pasajero de avión. Y este botooooooo...
Por lo demás está padrísima.
Está increible... felicidades!!!
Eva, no creo que me recuerdes, soy una paisana tuya de Torreon, hace un montonal te escribi porque algun post me encanto... Ahora, despues de mucho tiempo (por lo que veo) vuelvo a entrar a tu blog y me encuentro que estas embarazada!! me da un gustazo, aunque no te conozco personalmente he leido una buena parte de lo que escribes (me falta lo mas reciente pero ahorita mismo me lo echo!) practicamente acabo de pasar por la misma experiencia y es lo maximo! estare mas pendiente de ahora en delante para compratir tus experiencias y revivir las mias! por lo pronto un abrazo y muchas felicidades por la infanta!!!
Susy
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