Éste blog nació meses después del mundial pasado, así que ahora me parece un buen momento para hacer un repaso histórico personal sobre los mundiales que me han tocado. Del de España para atrás no recuerdo absolutamente nada, así que comienzo por el del 86:
- México 86: el mundial a domicilio. Todavía no era yo la pambolera entusiasta que llegaría a ser poco después, así que no recuerdo haber seguido los juegos con mucho detalle. Lo que sí recuerdo es haber estado fuera del Azteca (y chance también del Olímpico) acompañando a mi papá mientras entrevistaba gente para su programa de radio. Recuerdo en particular haber oido la celebración del gol de México contra Irak desde fuera del estadio, muy impresionante el rugido del coloso de Santa Úrsula.
- Italia 1990: el mundial hormonal. Parte del mundial tocó al final del año escolar. No entiendo cómo logramos convencer a las autoridades de dejarnos ver algunos juegos en el salon de audiovisuales de la secundaria. En particular, recuerdo la fiebre de los chamacos por Roger Milla y sus celebraciones bailarinas. La segunda parte me tocó alfabetizando, así que sólo recibíamos noticias desde lejos. La final la acabamos viendo en un restaurant de Huamantla. Fue el mundial en el que estaba profundamente enamorada de los italianos (guácala de pensarlo ahora), particularmente de Giannini.
- EEUU 1994: el mundial universitario. Ese me tocó verlo casi todo en la facultad, ya fuera en la cafetería, el salón audiovisual de física o el auditorio. Recuerdo el alivio de haber pasado a la siguiente fase de panzazo, pero en primer lugar del grupo. También recuerdo los berrinches que hizo nuestro amigo Camilo por la descalificación de Maradona, decía "¡pero es Dios!, deberían dejarlo hacer lo que quiera".
- Francia 1998: el mundial feliz. Lo recuerdo como un mundial feliz en el que México jugó muy bien la fase de grupo (a pesar de la subsecuente eliminación por los alemanes). Creo que todos estábamos embelesados con el equipo Francés, fue un gozo verlos llegar a la final y ganarla. Supongo que lo volví a ver sobre todo en la facultad, aunque se me confunden los recuerdos con el anterior.
- Corea/Japón 2002: el mundial de los desvelones. Claudia y yo decidíamos qué partidos queríamos ver (las opciones era 12:00, 2:00 o 4:00am) o nos desvelábamos mucho, o nos íbamos a dormir y luego nos levantábamos como zombies a ver juegos. Mike durmió la mitad de la primera fase en nuestra sala. La segunda fase me tocó viajando por Europa. En España no pude ver la dolorosísima eliminación del tricolor por los gringos. La final tocó en París, donde vimos a varios Brasileiros celebrar en los Champs-Élysées.
- Alemania 2006: el mundial de la tesis. Los partidos eran a las 10:00, 12:00, y 14:00 (más o menos). Como estaba escribiendo mi tesis doctoral, me permitía ver sólo un juego diario y tenía que aprovechar para comer lunch, por lo tanto, o comía antes de tener hambre, o quedaba perfecto, o arriesgaba autodigerirme, dependiendo de quién jugara. De los juegos que vi con los inges, recuerdo las peleas para decidir entre ver la transmisión en Tele Futura o en ESPN. Vimos la final rumbo a una fiesta de barco en el lago, y todos quedamos estupefactos al ver el histórico cabezazo de Zidane.
- Sudáfrica 2010: a menos que algo improbable ocurra en los siguientes cinco días (o siguientes tres semanas), quedará como el mundial de la panza. A ver cómo nos va a mi y a la infanta con las emociones pamboleras.
3 comentarios:
Bellas memorias. Ojalá haya muchas más este Mudnial.
Del mundial del 94, tengo muy presente nuestra quiniela (Que creo que se llevó el mismo camilo), ver un juego de México en la Cafetería, así como la eliminación de México proyectada en el auditorio de ciencias.
Que padre Post, te lo voy a copiar.
Sigue Gozando!
Mau
No eras la única fascinada con los italianos, especialmente con Giannini :D
Fueron los primeros partidos de futbol que vi de principio a fin.
Publicar un comentario