Anda dando vueltas por el mundo una exposición en la que se reconstruye la tumba de Tutankamon. Ya que pasó por aqui, pues aproveché para verla. Sólo el 20% de los objectos son originales, pero el meollo de la exposición no es tanto mostrar los tesoros, sino explicar la tumba y sus contenidos.
Como es bien sabido, Tutankamon fué faraón en un rango de edades inusuales, de los 9 a los 19 años. Normalmente, los preparativos para la tumba de un faraón comenzaban desde su ascenso al poder, pero en general se esperaba tener varias décadas de preparación para tener todo listo. Dada su prematura muerte, hubo que organizar el entierro a las carreras, habiendo sólamente 70 días para tener lista la tumba y la enorme cantidad de ofrendas que normalmente la acompañan. Los 70 días están marcados por el proceso de momificación. Es claro que no podían construitr una tumba nueva, asi que echaron mano de una que debió ser planeada originalmente para algún aristócrata. Eso explica la inusual localización en el valle de los reyes, y el inusual discreto tamaño de las cámaras para tratarse de un faraón. Hay indicios de que la tumba fue penetrada y robada poco tiempo después del entierro, por lo que decidieron tapiarla completamente dejándola sin puertas de acceso. La combinación de su discreto tamaño con la falta de un mausoléo que la marcara, fue lo que permitió que la tumba llegara casi intacta hasta nuestros días. Todas las demás fueron saqueadas sin parar a lo largo de los siglos.
La tumba fué descubierta por Howard Carter, gracias al mecenazgo de Lord Carnarvon, que pagó cinco años de excavaciones para encontrarla. Ambos, acompañados de la hija del mecenas, entraron juntos caminando a la tumba y fueron los primeros en ver sus contenidos. El pobre de Lord Carnarvon murió poco después del hallazgo, pero su familia siguió apoyando la excavación.
La exposición contiene primero tres espacios que son copia exacta de lo que encontraron los arqueólogos al ingresar a la tumba, y después una explicación pormenorizada de todos los objetos. Muchos de ellos se pueden tocar o ver desde muy cerca (porque son copias, claro).
Es gracias a que los contenidos de la tumba se mantuvieron casi intactos que se saben muchas cosas sobre los rituales funerarios para los faraones egipcios. El cuerpo, ya momificado, era cubierto primero por muchas capas de tela y joyas. En total se encontraron decenas de piezas de joyería entre la tela, siendo la más importante la exquisita máscara que cubría la cabeza. El sarcófaco no es uno sino varios, de distintos materiales. El primero es el más opulento, y el más detallado. Las formas se van haciendo más toscas conforme los sarcófagos crecen de tamaño. eventualmente se pasa de los sarcófagos a un contenedor de barro, y de ahi a una serie de cajas/cuartos enormes. Perdí la cuenta de cuantas capas rodeaban a la momia, pero eran muchas. Las capas externas contienen el texto de el libro de los muertos, que se recitaba durante el proceso funerario.
Además de el espacio para los sarcófagos y sus envoltorios, era necesario tener espacio para poner todos los objetos litúrgicos funerarios... centenares de ellos. Objectos de uso diario, todo lo que se utilizó en el proceso de momificación, muchos objetos simbólicos (barcos, animales, camas, etc...) y montones de adornos opulentos. repito, todo se tuvo que preparar a las carreras, asi que imagínense cómo sería para los casos planeados.
Total que aunque lo que vi fueron fundamentalmente copias, valió mucho la pena ver la reconstrucción desmenuzada de la tumba. No si algún día vaya a visitar el Cairo, asi que peor es nada.
Copia del hallazgo tal cual
La primera de las cajotas (con mis amables amigos posando para mostrar la escala)
Más cajas
La momiaLa máscara (hasta la copia es impresionante)
Una de las decenas de joyas
Adornos
CarruajeObjeto litúrgico
1 comentario:
¡Qué maravilla! manque sea copia. Éstos señores sí que tenían en qué caerse muertos ¿no?
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