9.8.09

Düsseldorf

Nuestra breve visita a Düsseldorf comenzó con un día mojado mojado. Por esa razón nos dedicamos buena parte del tiempo a visitar museos. El museo que tenía más ganas de ver resultó estar cerrado por renovación, asi que nos conformamos con otro par. El primero fue de arte moderno, bastante pinche, del que sólo sacamos una buena foto. El siguiente estuvo más interesante. Por una parte tenía un respetable museo del vidrio, con varias piezas llamativas que me hicieron caer en la cuenta de que el vidrio es un material poco explorado por los artistas plásticos y que tiene bastante chiste. La otra parte contiene una peculiar mezcla de arte medieval y expresionismo alemán en la misma sala... para mi gusto ganó el expresionismo.

Durante la tarde, el clima mejoró sustancialmente y pudimos caminar a gusto al lado del rio hasta llegar a la zona que contiene los nuevos atractivos arquitectónicos de la ciudad, un Gehry y otros dos que le hacen juego. Cenamos ahi cerca, carne, que resultó ser la mejor pieza de res que me he comido en Alemania, digna de mención. Es justo decir que todas las comidas que tuvimos en la ciudad fueron muy buenas. O hemos desarrollado buen olfato, o se come bien en esa zona. En esta ciudad, tradicionalmente se bebe una cerveza llamada Alt, que tiene color ambar y es bastante amarga... para mi gusto ganó la Kölsch.

El centro viejo de Düsseldorf es muy pintoresco, se extiende por varias manzanas, las calles son peatonales, empedradas y mas o menos estrechas. La variedad de restaurantes y bares que se encuentra en esa zona es llamativa. Durante el fin de semana hay una sensación constante de fiesta en esa zona, y lo más divertido es que se ve gente de todas las edades, grupos de chavos, grupos de ñores, familias y demás. Tal vez ese ambiente es la razón para que hayamos visto docenas de grupos de despedidas de solteros, todos con camisetas anunciando el evento. Ellas normalmente con algún gorro o tocado gracioso y vendiendo tonterías por un euro (dulces, condones, etc...), ellos disfrazados de manera ridícula (vimos muchos tutús y un tipo vestido de miembro masculino de pies a cabeza). Dado el idioma de las camisetas y los nombres, todo parece indicar que la mayoría eran británicos, holandeses y suecos. Una sorpresa.

Para despedirnos, nos dimos una vuelta por la famosa Kö (Königsalle), que es una bonita calle completamente ocupada por tiendas fresas de todo tipo. Es el único lugar en Alemania donde he visto algo aprecido a los malls, uno tras otro. Comparando el grado de las ofertas con Munich, creo que se nota mucho más la crisis por alla. Aprovechando las circunstancias, me compré un bonito par de zapatos como recuerdo de mi visita a Rheinland.

Aprovechando el museo abstracto
Toreando al clima
¿Arte medieval o expresionismo?
Montando rinocerontes autóctonos
El conjunto arquitectónico


Un lado de la ciudad
El otro lado de la ciudad
Los tres paseantes

1 comentario:

Julia dijo...

OK, I will admit that I did not translate and read but just looked at your pictures, but oh my goodness! I just LOVE those buildings!

Looks like a really fun visit.