Hoy fuimos a darle la bienvenida a Pablo, un pequeño ser humano que recién llegó al mundo hace dos días. Sus generosos padres me dejaron cargarlo un buen rato mientras dormía y dormía. Hace ya tiempo que no cargaba un bebé tan chiquito y siento repetir la perogrullada pero... no se compara con nada, es maravilloso. Y no me salgan con que es por mi edad y condición que me derriten los bebés, siempre me han encantado los pequeños, desde que me dieron la primera oportunidad de cargar a mi hermano cuando no tenía ni seis añõs. Todas las mujeres en ese cuarto, con edades de 12 a 40 años estábamos en el mismo trance. Niv está convencido de que los bebés secretan alguna feromona que pone así a las mujeres. ¿Hay algún médico o experto fisiólogo por ahi que sepa si es cierto?. Como sea, salí feliz del hospital por el contacto con una vida tan nuevecita.
Que tengan un buen super-bowl. Ahi me platican porque no pienso quedarme despierta hasta las tres (¡y encima sola!) para verlo hasta el final.
¡Por fin ganaron los pumas!
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