Mañana nos toca treparnos al avión para visitar la tierra que vió nacer a Leah. Tanto a ella como a mí, nos va a tocar pasar nuestro cumpleaños lejos (la historia de mi vida). Esta es la última entrega de historias en México antes de que Leah cumpla su primer añote.
Ya estamos de lo más adaptados a nuestra casa. Seguimos teniendo un par de cajas sin desempacar, y no hemos colgado ningún cuadro, pero lo básico ya fluye normalmente. Antes de que el clima pasara súbitamente de un calorón a nublado con lluvia todos los días, teníamos la costumbre de ver a los vecinitos cuando juegan futbol frente a nuetsra casa. A Leah le fascina verlos, y queda perfecto porque se agarra d elos barrotes de la puerta. Parece que está encarcelada, pero ella lo difruta enormidades. Ya con la lluvia, le cayó de perlas el regalo que le hicieron sus abuelos, una torre-casita con resbaladilla y timón(?). Aunque esté lloviendo afuera, nosotros podemos sentirnos en el parque con el juguete. Hoy se subió casi sola por las escaleras, y lo que más le gusta es asomarse por todas las ventanas y decir "¡ah!".
Creo que se me pasó contarles que sus coquetos broches para el cabello quedaron prohibidos después de que se metió uno a la boca y casi se ahoga (en el coche, un susto HORRIBLE). Sin broches, tuvo unas semanas de etapa Beatle, con el pelo en la cara, hasta que un día la peinaron en la escuela con unas liguitas muy delgadas. Ya le agarré el truco al asunto, y ahora generalmente anda con una o dos palmeritas en la cabeza. Se ve adorable.
Hoy asistimos los padres y los abuelos a la magna exposición anual que hacen en su escuelita. Muestran muchas fotos de paseos, días especiales de fiesta, y días normales de trabajo. Adornan todos los salones con la producción asrtística de los chamacos, y además permiten ver todos los espacios de la escuela. Pudimos así ver la enorme cantidad de materiales con los que embarran papel (granos, cereales, polvos) y las decenas de espacios en los que se pasan el día (salón, terraza, biblioteca, arenero, teatro, alberca de pelotas, talleres). Quedamos todos muy complacidos con el show, y aprovechamos para despedirnos de las maestras, ya que de regreso a Leah le toca pasar de año al salón de al lado.
Y bueno, por primera vez me está tocando empacar con la "ayuda" de Leah. Hago pilitas de ropa, y ella se encarga de esparcirlas por toda la alfombra. Empacar para 1.3 meses de viaje no es fácil, no se puede ver uno tan minimalista y aparte tengo que planear el volumen que voy a traer ocupado de regreso con las montañas de cosas que le ha comprado mi suegra en Munich. Lo complicado va a ser la vuelta.
El siguiente reporte va a ser del otro lado del charco. Mientras les deseo a todos felices vacaciones (si aplica) y/o feliz verano.
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La carcel desde afuera |
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La carcel desde adentro (vestida de Niv) |
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Colitas |
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Con la tía Galia, paseando en el vecindario |
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En su torre-casita |
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Pieza colectiva |
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Parte de su salón |