1.7.09

La oferta cultural londinense

Una caraterística genial (y al mismo tiempo abrumadora) de Londres, es que tiene una oferta cultural inmensa. Dirán que Nueva York también, y estarán en lo cierto, pero en Londres por alguna razón es más visible. Por otra parte, mi sesgo personal hacia la música inglesa es de sobra conocido, asi que la cantidad de cosas que me interesan es enorme. Decidí ni siquiera intentar entrar a una tienda de música, porque la vez pasada la oferta me pareció tan monstruosa, que salí agobiada y sin comprar nada. Fui a ver una película, pero se me antojaron unas veinte.

Marea caminar por West End, donde están la mayoría de los teatros. La cantidad de obras y musicales disponibles ya es apabullante, pero cuando uno ve el calibre de los actores que está sobre los escenarios... cámara. Me gusta que arriba de las marquesinas de los musicales ponen unas cosas de lo más exageradas, como un inmenso tacón para "Priscilla, queen of the desert" y asi.

No pude resistir la tentación de pagar un dineral por visitar el nuevo "museo" llamado British Music Experience, dentro de la arena O2 (un poco también para desquitarme por la cancelación de mi concierto). Se trata de un espacio interactivo que ilustra profusamente el rock/pop británico desde 1945 hasta la fecha. Hay vitrinas con memorabilia, pantallas con mesas redondas (muy buenas) para escoger, lineas de tiempo musicalizadas, videos variados, una cabina de baile, un laboratorio de guitarras Gibson y otras cuantas cosas que no alcancé a ver. Mi pieza favorita fue sobre el famoso "great divide", que fue la clara división entre los músicos comprometidos social o politicamente durante la era Thatcher, y los músicos fresas que andaban de reven. Uno escoge un año de la mencionada era, un titular de periódico o pedazo de discurso de la dama de hierro ilustra la atmósfera del tiempo, de un lado aparece un video de una banda combativa (por ejemplo Pink Floyd, Smiths, Genesis) y del otro lado un video de una banda fresa chacotera (Duran Duran, Rick Astley, Culture Club). La calidad de los aparatos interactivos es muy alta, entiende uno mejor el precio del boleto. Creo que si el museo fuera sobre pesca en altamar, igual hubiera ido por ver el diseño, siento que vi un ejemplo de lo que los museos van a ser en el futuro. Y claro, la cantidad de buena música que ha salido de esa isla es asombrosa, algo ha de tener el agua ahi.

Cerré mi productiva visita con una deliciosa comida hindú con Acely. Siempre he pensado que la comida hindú y la mexicana tienen mucho que ver, pero ahi probé por primera una vez una salsa que sabía idéntica a algo que podría uno comer en Puebla o Oaxaca. Rico rico, una magnífica manera de cerrar un exitoso viaje (salvo por la falta de concierto). Aprovecho para agradecer públicamente a mi anfitriona que me trató a cuerpo de reina durante mi estadía... eres la onda amiga.


Marquesina adornada
Oferta teatral de un día cualquiera
Battersea Power Station (la referencia aca)
O2 arena

2 comentarios:

Poc dijo...

Y eso es lo que viste, imagina la oferta de haberla investigado en los periódicos y revistas afines, sería aún más apabullante.
Por lo pronto nosotros estamos muy emocionados con los últimos días del torneo de tenis en Wimbledon.

Jocelly dijo...

Eva, me hizo gracia ahora leer tu post sobre el British Music Experience, porque estamos en Seattle, y hace un par de días fuimos al Experience Music Project, y de hecho estando ahí pensé "a Eva le gustaría este museo". También es bastante interactivo, tiene el laboratorio de guitarras y muchas vitrinas con memorabilia (incluido un guante de Michael Jackson, al que por supuesto ahora todo el mundo le pone atención). Suena como que vimos lo mismo en versión británica y versión gringa. :)