9.3.09

The Sisters of Mercy


Mientras me pierdo un magnífico atardecer Californiano a causa de un catarro, aprovecho para escribir la reseña que les debo.

The sisters of Mercy son una agrupación originaria de Leeds, formada en los ochentas, que pertenece al tipo de casos en que sólo hay un miembro constante (dos si cuentan al Doktor Avalanche) que carga con el nombre de la banda. Para mayor extrañeza, sólo grabaron tres discos entre 1985 y 1990, pero se han mantenido como banda de culto a través de los años. El último disco que sacaron, una compilación, fue en 1993, y sin embargo no han dejado de hacer giras ni un solo año desde entonces salvo en 2004. Andrew Eldritch, frontman, voz icónica, alma de la banda, renuente símbolo darketo, se las ha ingeniado para mantener viva la leyenda por más de una década.

Mi gusto por la banda se lo debo a Karla, que en aquellos remotos años alfabetizadores me prestó su copia de Vision thing. La bajísima voz de Eldritch me cautivó desde entonces. Tiene justo el tipo de voz vampiresca que apela directo a mis entrañas sin pasar por la cabeza. Hasta ahora nunca había vivido en una ciudad de las que suelen visitar en sus giras, asi que hasta ahora se me hizo verlos. Fui acompañada otra vez por Payel... no se qué haríamos la una sin la otra para oir cierta música en vivo. También vino el joven Hauke, otro estudiante de la zona.

La encarnación actual de la banda consiste en Eldritch más dos chamacos que parecen sus sobrinos y que se encargan de tocar el bajo y la guitarra. El diseño del escenario es muy simple y no por eso menos efectivo. Sencillamente saturan el ambiente de humo, todo el tiempo, y lo colorean con luces. Nosotros estábamos parados a un par de metros del escenario y aun asi, cuando Eldritch daba dos pasos atras del micrófono, era imposible verlo. El diseño funciona porque al Doktor Avalanche, siendo la máquina de percusión que es, no le molesta ser invisible durante el show. Sospecho que esas desapariciones del lider entre canciones son justo para irle a picar botones al mencionado Doktor. Para mi sorpresa, el señor de la oscuridad salió vestido con un jersey de los Nashville Predators (NHL).

Las hermanitas de la caridad son concidas por no tocar su canción más conocida NUNCA. Una vez más no la tocaron, pero al menos ya me lo esperaba. A cambio de eso tocaron todas las otras canciones que yo hubiera querido oir. Entre lo más disfrutable estuvo: This Corrosion, Vision Thing, Temple of Love, Marian, Detonation Boulevard, y mis adoradas, Dominion/Mother Russia y Lucretia/My reflection. Nada mal.

Hubo un par de cosas que le restaron puntos la experiencia. Es muy difícil ecualizar bien cuando la voz principal es taaan baja, si te pasas tantito con las cuerdas, no se oye nada de la voz. Sí pudimos oir la voz, asi que oimos poco las cuerdas. Extrañé los coros femeninos y los efectos de saxofón, piano, violines y demás. No entiendo por qué Doktor Avalanche no puede ocuparse de algunas de esas partes. Y claro, nunca faltan un par de tarados en la audiencia que te amargan la vida. Hablando de la audiencia, el fenómeno de los enchamarrados a pesar del calor se repitió una vez más.

Entre lo entretenido estuvo que vi una variedad enorme de mohawks (picudos, cortitos, de colores, anarquicos, esponjados, etc...). También fue un gozo captar el instante en el que a Eldritch, Lord of Darkness (como lo llamó Payel), se le escapó una sonrisa antes de perderse en su cortina de humo. Como que no se te ocurre que ese hombre se pueda reir, fue todo un shock.

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