Desde que volvimos de viaje el clima ha estado esplendoroso (con la excepción de éste fin de semana). Afortunadamente, la visita de nuestro amigo Martin nos hizo disfrutar el clima de una manera muy completa el fin de semana pasado.
Hay tantos museos buenos en Munich, que uno tiende a llevar a todo mundo a los mismos lugares. Como consecuencia, algunos de ellos yo ya los podria recorrer con los ojos cerrados a estas alturas. Para nuestra buena fortuna, Martin se interesó en un museo que no habíamos visitado y asi nos dio la oportunidad de conocerlo. Se trata del residenz museum, que muestra la antigua residencia de los reyes bávaros. Yo pensé que tenían conservados unos cuantos cuartos y salones, pero resulta que tienen muchísimas salas, muebles, espejos, y objectos que mostrar. El lugar resultó muchos más opulento de lo que yo hubiera pensado considerando que la de aca fue una monarquia breve y provinciana comparada con otras vecinas.
Caminamos muchísimo por la ciudad y por supuesto paramos en más de una ocasión a descansar en algun Biergarten. En días soleados como esos, cualquier Biergarten está atascado y es de lo más festivo. El parque ya tiene su típica cara veraniega, con gente tumbada al sol cada dos metros. El sol realmente transforma a la gente por aca, nunca se les ve más felices que en estos meses calurosos.
Aprovechamos el día feriado (pentecostes, figúrense) para ir de peregrinos al monasterio de Andechs, que es famoso por hacer buena cerveza. Para llegar ahi hay que tomar un S-bahn 50 minutos y después caminar por el bosque de subidita otros 50 minutos. La vista en el camino es muy linda y la cerveza no está nada mal, pero me desilusionó que el Biergarten era igualito a cualquier otro que se encuentra en la mitad de Munich y mucho más chico. Además no se ve ni medio monge cervecero, puros souvenirs. El premio de consolación está en la pequeña iglesia de Andechs, que es un muy buen ejemplo del barroco bávaro y que alberga la tumba de Carl Orff. Y bueno, lo caminado nadie nos lo quita.
En fin, que la agradable visita de Martin quedó muy bien aderazada por la primavera bávara.
La opuleta residencia
El parque atascado
Las pinacotcas, primero al vieja...
... y luego la nueva, con todo y Sara
El peregrinaje hacia el monasterioBiergarten en las alturas
Iglesia de Andechs
Alpes bávaros
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