Esto sucedió el segundo fin de semana de octubre.
El primer pendiente serio que tengo en éste blog es documentar mi asistencia al festival
Austin City Limits. Me animé de casi última hora porque a alguien le sobraban dos boletos y mi querido Verde se animó a cruzar la frontera para hacer mancuerna. Yo había asistido al festival dos o tres veces antes, hace varios años y debo notar que sí se nota el crecimiento que ha tenido la franquicia. Éste fue el primer año que se hizo dos fines de semana (nosotros fuimos al segundo), hay más escenarios, espacio especial para niños, una chelería muy sofisticada, comida mucho más fresa y variada, etc...
En el cartel había sobre todo bandas que ya he visto, pero que me gustan mucho y un par de bandas nuevas a las que les traía ganas. A diferencia de otros casos, éste festival tiene dos headliners por noche, lo cual lo obliga a uno a decantarse por uno solo, ya que moverse entre escenarios lleva suficiente tiempo como para que no valga la pena intentarlo. En nuestro caso, siempre ganaron los rucos.
Aproveché para llevar a Leah durante el día, ya que los menores de 10 años entran gratis con un adulto. Nos la pasamos todo el tiempo en el area de niños, que se recorrió de pe a pa, haciendo todas las actividades que ofrecían. Se tatuó, se pinto el pelo, pintó, tocó intrumentos, etc... nunca es demasiado temprano para empezar a educar a las nuevas generaciones. Mi intención era llevarla a un pedazo del festival el último día, pero el destino quiso que no fuera posible.
Tienen un sistema muy ingenioso para control de la basura reciclable que consiste en dar unas bolsotas que uno debe llenar sólo con basura reciclable (latas, botellas y cartones). A cambio de la bolsa llena, regalan una camiseta del festival. El Verde y yo decidimos trabajar en equipo para llenar dos bolsas y salimos cada uno con nuestra camiseta conmemorativa.
El sábado cerramos el festival con un aguacero épico que nos ensopó de pies a cabeza (repita veinte veces) a todos y cada uno de los asistentes. Creo que nunca había estado tan mojada en mi vida, ni nadando caray. Llovió toda la noche, lo cual provocó que el parque del festival se pareciera más bien al lago de Chapala y se tuviera que cancelar el último día del evento. Por suerte lo que más nos interesaba ya había ocurrido en los dos primeros días.
Yo creí que ya estaba vieja para estos trotes, pero más bien creo que dejaré de ir el día que Leah no me quiera llevar en silla de ruedas.
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Mi compinche y yo |
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La chelería fresa |
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Alex Turner (Arctic Monkeys) se convirtió en mi obsesión del final del año |
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Alcanzamos un pedacito de Queens of the Stone Age |
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Nunca me cansaré de ver a Depeche Mode |
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Y eso que "compitieron" con Muse |
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La niña en su primer festival |
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Dándole a los tambores |
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Y a los tatuajes |
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Después de años me tocó ver a un clasicazo: Wilco |
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Bonito atardecer |
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Tampoco me cansaré de ver a The Cure |
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Aunque se siente raro verlos tocar solamente dos horas |
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