12.3.10

Amistoso Argentina-Alemania

Originalmente no estaba entre mis planes asistir a un partido de futbol amistoso en estos días, pero mi colega Baptiste resultó tener un boleto extra y me lo ofreció. Bajo la consigna de "si no es ahora no se hasta cuando..." acepté gustosa. Ninguno de los equipos es santo de mi devoción por razones históricas, pero ambos son tricampeones y tienen a varias estrellas que podrían brillar en el mundial que viene. Por ahora opero bajo el supuesto de que la educación prenatal debe ser lo más amplia posible (no saben lo contento que se puso Niv de saber que iba con todo y panza al estadio). Todo salió bien, salvo que subir las escaleras casi me mata (unos 4-5 pisos).

Me soprendió la cantidad de argentinos que había en el estadio, yo calculo que un 80% de la población albiceleste de los alrededores se presentó a apoyar a su selección. Con los alemanes, me causó gracia lo similar que es ver jugar al Bayern y a la selección. Entré lo que me llamó la atención estuvo que a la hora de los himnos menos de la mitad de los jugadores lo cantaron, y en las pantallas pusieron la letra, onda karaoke. No muchos alemanes se saben su himno.

El juego no fue apasionante, pero tampoco terrible. El dominio estuvo cláramente del lado argentino. Fueron los únicos con varias llegadas peligrosas y los únicos que anotaron. Si existe una media cancha alemana, no se pudo ver para nada, quedaron completamente neutralizados. Me sorpendió en particular la pila de Verón, el tipo tiene mi edad y corre como loco, es imprescindible en la media cancha. Fuera de eso, el juego parecía un concurso para ver quién le hacía más faltas a Messi, yo calculo que el 50% de las faltas del juego se las hicieron a él. Podolski se ensañó de manera particular, estaba de muy mala leche desde el principio. Nunca me había dado cuenta que mala vibra tira en la cancha, cayó de mis simpatías. Klose simplemente no se vió, y Ballack se vió poco. Le tienen que tupir antes del mundial esos teutones.

A la salida hubo un atasque en la entrada del U-bahn, que casi me congela los dedos de los pies. Creo que el invierno no es la mejor estación para ir al estadio, pero sigo pensando que ese estadio en particular es una chulada, me encanta.

La arena en todo su esplendor
El papá de Baptiste y yo
El KaiserEl Pibe (disfrazado de sleeping bag)
La organización alemana en todo su esplendor
Himnos
Mis argentinosOficialmente, el mejor jugador del mundo
El número de asistentes ese día

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