26.1.10

Sobre el asunto Cabañas

Está del carajo que le peguen un balazo en la cabeza a quien sea en cualquier momento, pero lo que más me horroriza del caso es que los perpretradores hayan salido caminando como si nada, que los del antro hayan tardado veinte minutos en llamar una ambulancia y ¡cinco horas! en dejar entrar a la policía (por cierto, ¿por qué les permitieron rehusarse tanto tiempo?). Más alla de los detalles del caso, esto demuestra que el nivel de impunidad con el que se mueve la banda poderosa en México es infinito. Básicamente, te puedes torcer a quien sea, cuando sea. ¿Quién iba a pensar que una invitación VIP venía con licencia para (intentar) matar incluida?.

Ojalá se recupere el goleador del balazo, pero yo no veo cómo se puede recuperar el país al verse en el espejo de esa manera.

3 comentarios:

Kirsch dijo...

Ahí hay muchas cosas raras... yo creo que lo más claro es que no fue un simple asalto o riña en el momento.

Eva dijo...

Se ve difícil que sea un asunto tan simple con un antro entero de complices.

Antonio Noyola dijo...

Y un daño colateral: durante toda la semana los noticieros de radio y TV le han dedicado al asunto un espacio excesivo confirmando su inclinación descarada al amarillismo.