Suiza breve

Debido a la saturación turística en Milán, Acely nos organizo un refugio en el hogar Suizo-Dominicano de sus tíos, que muy amablemente nos recibieron y nos trataron a cuerpo de reinas por unos días. Ellos viven en un minúsculo y pintoresco pueblito en la Suiza italiana llamado Maroggia. Yo nunca había estado en este extremo de Suiza, y he de confesar que cuesta trabajo reconciliar el idioma italiano, normalmente asociado más bien al caos, con la hiper-eficiencia Suiza, pero asi es el Ticino.

Pasamos ahi 1.5 días relajados y reparadores. La tía Marisol (que es muy joven, por cierto) nos organizó una linda caminata por Lugano, la "metrópolis" de la zona. Bordeamos el lago (no hay ciudad Suiza sin lago, al parecer) y recorrimos el exuberante parque lleno de flores. Las callecitas son igual de encantadoras y caras que en otras ciudades Suizas, nomás que el idioma es otro. En la tarde aprovechamos para ver Dirty Dancing en DVD, que por alguna extraña razón yo nunca había visto antes. Me llevé una enorme sorpresa al notar que está situada en los tempranos sesentas. Todas las imágenes que había visto de Jennifer Gray la situaban tan cláramente en los ochentas, que no se me hubiera ocurrido... y claro, la música no ayuda tampoco.

Tuvimos varias comidas en casa de nuestros anfitriones, todas riquísimas. Siempre es un placer disfrutar de ricos quesos y carnes frías. Yo fui la única que aprovechó el buen gusto en vinos del tío Michele. Probé el chianti más amable que me he topado. La plática en la mesa ocurrió en una mezcla libre de italiano y español, que nos permitió a todos reirnos generosamente de cualquier cantidad de anécdotas y chistes. Muy muy agradable. Gracias a nuestros anfitriones y a Acely por cargar conmigo.


Elementos básicos del paisaje suizo: lago, ciudad pintoresca (Lugano), y montañas nevadas. Las mujeres guapas son cortesía de latinonamérica.
Las chicas con la tía Marisol. Me dio flojera photoshopear a las jovencitas suizas que no vienen al caso.
Bajo unos peculiares árboles.
La primavera a todo lo que da
Maroggia
A la orilla del lago