Gracias a la extensa caminata que hay que hacer desde el metro hasta la entrada del festival, llegué cuando el set de hello Seahorse ya había empezado. Lo bueno es que encontré facilmente a Carla y a la Rana. Los representantes nacionales cumplieron muy decorosamente, como es su costumbre.
Emprendimos el camino al lejano escenario capital (ya entendí eso de que el festival sea apodado "corona caminar") para ver a Leon Larregui, que tocó su nuevo disco enterito y en orden. La sorpresa de la tarde fue que su productor (Adanowski) era su gutarrista. El hígadito canta muy bien, como siempre, pero es un hecho que eso de estar enamorado le pone cierta uniformidad y demasiada melcocha a las canciones. Ahi mismo nos encontró la banda embasa para aventarnos el set de Cat Power, que salió con un look francamente peculiar, de punketa rubia enfundada en un poncho. Su banda acompañante es de casi puras mujeres, lo cual es refrescante. Cumple muy bien y el público la adora.
Oootra vez de vuelta a los escenarios corona y corona light (que están uno frente al otro). Agarramos casi enterito el set de The Kills, que hasta que los vi en vivo no entendí cuan peculiares son. Es raro tener bandas con dos front people(?), un hombre (Mr Kate Moss, por cierto) y una mujer, y cuyo apoyo principal consiste en cuatro sonoros tambores. Tienen un punch impresionante y ella en particular es una chinampina, es increible cuanta energía despliega en el escenario. Me hicieron fan.
El deleite de éste día llegó cuando Suede abrió su set. A pesar de los años transcurridos están en muy buena forma, y para mi sorpresa, resultan ser bastante pilas en el escenario. El señor Bret Anderson se confirma como el papá de la escuela Jarvis Cocker (con un look algo más afortunado). No deja de coquetear y menear el trasero casi nunca. Por un momento dudé si perderme a Franz Ferdinand, y al final quedó claro que valió toditita la pena quedarme con Suede.
Cerraron The Hives. Yo opté por verlos un ratito y retirarme para guardar pila para el día siguiente. Su música la conozco poco, pero tengo que decir que si diseño del escenario fue francamente genial.
Día dos
Comenzó mi día en el escenario lejano para ver a The Alabama Shakes, que quedaron perfectos en esas horas de sol pegador de la tarde. Muy cumplidores. Le siguieron The Maccabees, a los que y ya había visto en Munich abriéndole a alguien. Me parecieron menos oscuros que aquella vez, mas melodiosos, pero eso sí, han ganado mucho en rpesencia escénica. También me tocó ver a Florence (la de la máquina) cuando salió a cantar con ellos.
El siguiente acto al que realmente le puse atención fue a My Morning Jacket. No se por qué nunca me los imaginé con ese look dork peludo que traen. Suenan bastante bien en el escenario y descubrí que conozco más canciones de las que creía.
El acto más esperado d ela noche (para mí) ocurrió cuando New Order tomó el escenario. En definitiva se les ven los años que les han pasado por encima, no hacen demasiadas cabriolas en el escenario, pero su diseño de proyecciones en la pantalla central es MUY impresionante. Hubieron momentos en los que, toda proporción guardada, me hicieron pensar en Phillip Glass y Godfrey Reggio con sus qqatsis. Hay varias bandas que me hacen pensar en mi juventud remota, pero esta en particular me hizo pensar en tardeadas o fiestas de la secundaria y la prepa. A mi me pareció de gusto discutible eso de ver centenares de camisetas de Joy Division pululando por ahi, pero ciertamente están reconciliados con el hecho de que la gente quiere ver homenajes, y no decepcionan. Tocaron tres canciones e incluso cerraron con Love Will Tear us Apart. El público enloqueció. Quedamos todos muy felices. Esta sola presentación valió el festival.
La noche acabó con The Black Keys. Mi sorpresa fue mayúscula cuando descubrí que conozco casi todas sus canciones y que aparte me gustan mucho. Ese disco suyo de El Camino está atascado de hits buenos. Ya me lo compré.
Miscelanea
Sé que estoy descubriendo el hilo negro, pero éste es el festival hipster de la ciudad. Me alegra comprobar que festivales de tal calibre ya se estén asentando tan bien por estos lares. En las entrevistas que escuché de varios grupos, todos sonaban muy emocionados de tocar acá. El público en general ah ido aprendiendo de estos eventos y siento que ahora es mucho más civilizado que antes. Si no les gusta algo, se van, ya no hacen panchos. La novedad de vender chela en barriles portátiles pagando 10 pesos extra por el vaso reutilizable me parece genial. Hay chela fria y con gas en cualquier momento... salvo al final, cuando se acabaron los barriles. Solo falta inventar algo con lo cual cargar el vaso de manera cómoda durante el día. Yo acabé perdiendo el mío. La información para acceder al transporte público (salvo el metro) es peeeesima, nadie me supo decir cómo llegar al metrobús. Sigo sin entender por qué demonios no extienden el horario y frecuencia del metro y metrobus para eventos como estos. Yo feliz me iría en transporte público si hubiera como salir de ahi sin pasar un calvario.
Las mosqueteras, casi veinte años después |
Cat power, funky look |
The Kills, a power pair |
Bret Anderson (Suede), soy fan |
The Hives, el mejor escenario |
La banda embasa (algo fuera de lugar) |
Florence and the Ma...ccabees |
New Order, lo mejor del festival |
Homenaje |