4.11.09

Roma

Después de visitar Nápoles, Roma se siente como Oslo. Limpia, amigable y muy bien organziada. La parada en el aeropuerto para buscar a Niv y la subsecuente entrada a la ciudad funcionaron a pedir de boca gracias a Pepa. Encima de todo, tuvimos la inmensa suerte de encontrar estacionamiento a unos pasos del departamento que rentamos, así que nos olvidamos del auto por unos días.

Esta fue mi tercera visita a Roma y me asombra de lo poco que recordaba a nivel detalles. La ubicación del departamento resultó ideal para caminar a casi todos lados y nos proveyó de comida muy aceptable sin salir del vecindario. Creo que acabamos haciendo una buena combinación de visitas a iglesias, plazas y ruinas, sin exagerar demasiado en ninguna de ellas.

Un gran tip por si no lo saben es que ahora se pueden comprar boletos por adelantado para el museo del vaticano. Cobran cuatro euros extras por persona, pero cuando uno ve el tamaño de la cola que se ahorra por al compra avanzada, valen toditita la pena. Encima de todo, si uno toma la salida adecuada, también se brinca la cola para entrar a la basílica de San Pedro, y hasta pasa uno enfrente de la tumba de Juan Pablo II, que el año que entra seguro se vuelve santo. En total, nos debemos haber ahorrado unas tres horas de espera, nada mal. La parte mala es que ese museo está invariablemente atascado y es difícil apreciar la colección mientras se es arreado como vaca de un salón a otro. Una parte que nadie pela y que por lo tanto está casi vacía es la de arte religioso moderno, que tiene varias cosas interesantes. Me sorprendió mucho ver trabajos de Rivera, Siqueiros y Bacon entre la colección. Al parecer el anticlericalismo de un artista no impide que lo incluyan en la colección... probablemente suponen que casi nadie sabe la historia detrás de los pintores.

Fuimos al foro romano durante una tarde esplendorosa, que nos permitió disfrutar los muchos pedacitos de ruinas del lugar. Cuando nos dirigíamos al Palatino, el cielo se cubrió de nubes, comenzó a hacer un aironazo bárbaro y todo mundo corrió a guarecerse en el único techito que había en los alrededores. Una vez que el frente climático se había instalado, nos encontramos en medio de la lluvia y con 12 grados menos de los que había veinte minutos antes. La pelea por los taxis estaba ruda, pero finalmente conseguimos uno que nos depositó en casa sanos y salvos. Después de vivir en Austin y en Munich, ya estoy acostumbrada a los cambios súbitos de clima, pero no estaba preparada para que eso me sucediera a medias vacaciones.


Imposible abarcar el techo del panteón.
Me encantan esos cinquecentos viejitos.
Frente a la columna de Trajano.
Niv y sus suegros en el turistazo.
Niv entre monjas y monjes... ¿quién lo viera?
Prohibido tomar fotos, video y hablar, pero si usted se quiere caer, tiene la venia del Vaticano.
Que no digan que no fuimos a saludar a San Pedro.
Atardecer en el foro.
Antes de la foto: 22 grados. Después de la foto: 10 grados.
Plaza de España
La de cajón
Papás coliséos.

3 comentarios:

amydove dijo...

I suppose it is hypocritical of me to say I want more people to leave comments on my blog, and then not leave more on yours! But the problem is that your blog is in Spanish so it's a lot more work for me to read it :) I always enjoy the pictures, though!

v g m dijo...

una vez me encontré con unos turistas argentinos en Milán que venian de Roma y a la evidente pregunta la insólita respuesta: pues no che, no nos gusto mucho, esta todo viejo, todo en ruinas, como que no le dan mantenimiento... :(

Uda dijo...

Roma... una de mis ciudades favoritas (suspiro).