Un día hace poco me desperté muy temprano por culpa de un zumbido infernal en mi cuarto. Cuando me levanté a buscar la causa, encontré a una enorme avispa volando contra mi ventana. Con la única meta de devolverme a dormir en paz, le avente una chamarra que estaba ahi al lado y santo remedio... por 30 segundos, porque salió a zumbar de nuevo. Decidí aventarle la misma chamarra más una toalla para aumentar el peso y me devolví a dormir... por 30 segundos porque se volvió a escapar. Fui a la sala por un objeto pesado, aventé chamarra, toalla, puse encima el objeto pesado y ahora sí, a dormir a pierna suelta.
Confieso que evité lidiar con el problema durante varios días, pero eventualmente decidí ir a ver que había quedado de la avispa, y para mi sorpresa, cuando levanté la chamarra, ¡la avispa de movió!. Grité horrorizada, boté la chamarra y me fuí a trabajar. De nuevo me hice loca por unos días más, pero hoy necesitaba la chamarra así que era hora de enfrentar al monstruo. Levanté la chamarra y no apareció la avispa por ningún lado, ni su cadaver, ni nada. Peiné la chamarra y sus alrededores y nada de nada. 1) No puedo creer que una avispa pueda resistir tanto tiempo atrapada y sin comer, y menos que tenga fuerzas para escapar después del encierro. 2) ¿Y si regresa para vengarse?... sufro.
3 comentarios:
Debes ponerle un nombre y tratarla como de tu familia, es probable que sea tu nahual. La próxima vez que la veas quema copal a su alrededor, si se muere, no era tu nahual; si no se muere, puede ser tu nahual o simplemente se trtata de una avispa muy resistente. Nunca se sabe.
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Hace unos años tuve un encuentro con una cucaracha indestructible. Por más escobazos que le dí, la maldita no se moría.
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