19.9.11

Cumpleaños en Cuernavaca

En las últimas semanas hcimos un par de visitas a Cuernavaca por motivos cumpleañeros. Primero fué el primer cumpleaños de Mariano, y después el enésimo cumpleaños de su mamá.

La primera visita fue sólo de un día, y sólo de las mujeres (Leah, mi madre, Irene y yo). La fiesta infantil estuvo seriamente dominada por adultos, pero los niños se la pasaron muy bien... bueno, hubo momentos peculiares cuando a Leah le salió lo gorila con su pobre primo y le arrebató sus juguetes al grito de "¡no!". Yo estaba con el ojo cuadrado, nunca la había visto tan intensa con los asuntos de propiedad. Supongo que es una fase y que en algún momento pasará. El pobre de Mariano la miraba con cara de incredulidad, yo creo que nunca le habian gritado así al inocente.

La segunda visita ya incluyó a los señores de la familia. Decidimos quedarnos en un agradable hotel con un gran jardín y con sendas albercas. A la fiesta de cumpleaños como tal sólo asistí yo, los demás optaron por dorir temprano. Fuera de eso, estuvimos disfrutando del jardín y la alberca. Leah en particular se aventó un mini-maratón caminando de un adulto al otro sobre el pasto. Para mi sorpresa, su actitud con la alberca fue muy escéptica, costó convencerla para meterse, y no s eme quiso despegar casi nunca. Ah, un gran avance del fin de semana es que aprendió a tomar líquidos con popote.

Descubrí que perdí la oportunidad de plasmar en el blog sus primeras palabras. A estas alturas ya dice tal cantidad de cosas, que es imposible listarlas. Baste saber que es un perico y no deja de asombrarme la cantidad de cosas que aprende sin que le enseñemos particularmente. En estos días, por ejemplo, se soltó diciendo "árbol", "llave", "puerta", "coffee" y varias otras. Es igual de parlanchina que yo, y con el agudísimo oido de Niv. Una combinación perfecta para una tarabilla.

Aprovecho para mandarle más felicitaciones a mi prima, cuyo cumpleaños exacto es hoy, y otras tantas para Mariano, aunque ya hayan pasado una par de semanas. Fue un gusto haber podido celebrarlos a los dos a domicilio.

Ambos chamacos con sus regalos de cumpelaños

Leah abusando de un regalo de Mariano

Cantando las mañanitas al niño León

Leah con su abuela y su abuelina Eugenia

Antes de que descubriéramos el truco del popote

Escéptica en el agua

Entretenida con juguetes prestados, mientras yo aprovechaba para darle besos

14.9.11

Museo nuevo

Ando muy atrasada de chismes, así que a ponernos al corriente.

Después de muchos meses de trabajar la idea, por fin logramos empacara toda la familia ara visitar en flamante museo Soumaya en Polanco (les pondría el link, pero la página no muestra nada relevante). Para los que no saben la historia, se trata de la colección privada de arte más grande (al menos más cara) de México. La comenzó la finada mujer de Carlos Slim (a veces el hombre más rico del mundo) y por fin le hicieron un edificio suficientemente grande para exhibirla toda. Se dicen muchas cosas malas del señor Slim, yo aquí le quiero aplaudir por construir un museo de ese tamaño y hacer la entrada gratuita para que cualquiera pueda ver los contenidos.

El museo se divide en seis pisos que separan als piezas cronológicamente y/o por tema. Hay muchas más cosas de las que yo hubiera imaginado. Muchos objetos históricos, tanto mexicanos como latinoamericanos, muchos muebles y triques, una vasta colección de pintura que incluye a más celebridades de las que hubiera imaginado (El Greco, Picasso, Van Gogh, y muchos más). La subida en espiral culmina con la que es la mayor colección privada de esculturas de Rodin, pero que también incluye varias piezas de Dalí y un par de Boteros.

Todo esto lo pude detectar en las rápidas pasadas que le di a la colección mientras correteaba a mi hija. Se dedicó fundamentalmente a gatear y a arrastrarse por todas las superficies que le quedaban a la mano. Salió puerquísima y muy ejercitada... yo también.

Niv dice que lo desilusionó el museo, los demás salimos muy complacidos. Jamás pensé que un museo como ese pudiera existir en mi país, y como dije, menos siendo gratis, así que no me queda más que aplaudir su existencia.

De lo poco que anduvo parada

De lo poco que anduvo en la carriola

Quesque atenta con su abuelo

Por fuera

Desde el coche

11.9.11

In memoriam

Aqui va mi propia versión de "lo que recuerdo de ese día". Nunca la he escrito, y el décimo aniversario me parece un momento adecuado para hacerlo.

Como la mayoría de ustedes ya saben, yo vivía en Austin el 11 de Septiembre del 2001. Compartía un departamento con Claudia, que en ese momento estaba viajando por África, así que esa mañana estaba sola. Como todas las mañanas me levanté y prendí la tele en CNN para tener las noticias mientras me alistaba para salir. Cuando vi los contenidos duré un buen rato muy confundida porque no entendía de qué clase de ficción estaban hablando y por qué duraba tanto... hasta que entendí que eran escenas en vivo y entré en estado de shock, como todo mundo. Como todo mundo, me tocó ver la escena del segundo avión chocando contra la segunda torre en vivo. Le hablé al que en ese momento era mi novio (que vivía en otro estado de EEUU), y ambos procesamos un poco el shock mientras vimos cómo se colapsaban las torres.

Después de un par de horas de estar pegada a la televisión, decidí que era mejor salir de la casa y ver a la gente en la universidad. En la entrada del edificio me encontré a un compañero del posgrado que lo único que dijo fue "why?". Lo que se me ocurrió responder fue que no se puede racionalizar un ataque bárbaro a la gente inocente, no hay manera de justificarlo, nunca, bajo ninguna circunstancia. En el departamento me sorprendió ver que a pesar de que el clima era muy sombrío, la gente siguió trabajando y no hablaba gra cosa sobre el asunto. Esa noche me logré dormir escuchando llamadas de la gente a la estación universitaria de Austin.

No me sentí atacada sólo porque viviera en el país afectado en ese momento, ni por que las víctimas pertenecieran a docenas de nacionalidades, religiones, y orígenes étnicos, sino porque cualquier ataque de esa naturaleza, en el lugar que sea,  es un ataque a todos los valores en los que creo. La barbarie va en contra de la civilización, de la sociedad funcional de cualquier tipo. Si hay gente que cree que "atacaron a los gringos", es que no entendieron nada. La respuesta tibia o timorata de el presidente de mi país en ese momento, me avergüenza hasta el día de hoy. Un ataque como ese NUNCA debe dar pié a mezquindades, sin excepciones.

Mi madre tenía un boleto de avión para visitarme un par de semanas después. Me es difícil explicarles lo que significó para mí el oir su voz y decirme "acabo de hablar con la aerolinea, me dicen que probablemente sí voy a poder volar". No hubo ningún resquicio de duda sobre el hecho de que quería ir a estar conmigo, y que su prioridad era asegurarse de que podía hacerlo lo más pronto posible. Hubo gente que me recomendó empacar mis cosas y cruzar la frontera por tierra. De nuevo, no entendieron.

Y sí, el mundo cambió, los Estados Unidos cambiaron, desafortunadamente, ninguno para bien. En ese sentido, los terroristas ganaron. Nos hicieron más desconfiados, más excluyentes, más paranóicos, y más dispuestos a ceder derechos en nombre de una seguridad que no tenemos. No tengo ni idea de si esas tendencias se van a revertir en algún momento, por ahora no parece que sea el caso.

Hoy Niv y yo fuimos a un concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional. Decidimos ir porque el programa contenía dos piezas de Shostakovich. La pieza extra fue de un compositor Mexicano que yo no conocía, llamado Gutiérrez Heras. Después de comprar los boletos, nos quedó claro que en buena medida el programa fue armado con éste aniversario en mente. Las tres piezas son melancólicas, de hecho son casi trágicas. Dos de ellas aluden directamente a la muerte, en particular la sinfonía número 14 de Shostakovich, que es más bien una colección de poemas musicalizados, todos ellos hablan sobre la muerte. Los poemas son de García Lorca, Apollinaire, Küchelbecker, y Rilke... cantados en ruso (subtitulados, afortunadamente). Todos y cada uno son para salir al balcón más cercano y aventarse al vacío por la deseperanza. El concierto fue muy bueno, con excelentes solistas y una decorosa orquesta. El pianista (ruso) fue llamado para un encore, y antes de sentarse dijo en español básico, que dedicaba la pieza a las víctimas de los ataques de hace diez años. Me es difícil describir lo intenso del momento, lo emotivo que fue escuchar esa pieza de Bach. Yo y los que estaban alrededor de mí, soltamos lágrimas irremediablemente.

5.9.11

¡Ya tenemos cinco!

Sí, señoras y señores, éste espacio cumple hoy su primer lustro.

Recuerdo que decidí abrir el blog para mantener informados a mis parientes y amigos (principalmente en México) sobre mis andanzas alemanas, y las vueltas de la vida lo han convertido en un espacio donde gente de muchos más lugares está pendiente de mis andares en México.

Desde acá agradezco mucho a todos los lectores, vocales y discretos, conocidos y desconocidos, parientes y amigos, locales y lejanos, suscritos y casuales, hispanoparlantes y clientes de google translate. Todos ustedes mantienen vivo el changarro y hacen que a pesar de las demandas de la vida, siga volviendo acá a chismear cada que me es posible. Muchas gracias por su compañía y esperemos que vengan otros tantos años al menos.