17.11.14

Mesa Verde

Nuestra llegada al parque nacional Mesa Verde fue un poco "dramática" debido a que las imprecisiones del los google maps nos hicieron subestimar la distancia hacia el sitio. Cuando por fin llegamos a la entrada del parque, era de noche y las casetas estaban deshabitadas. Nos llevó unos 40 minutos transitar el resto del camino hasat el hotel y cuando llegamos fue muy claro que había que ponerse toda la ropa de abrigo que tuvieramos a la mano. Estaba helando.

Mis recuerdos del restaurante cuando visité el lugar hace casi diez años eran gloriosos, así que aguanté la manejada y el hambre como las buenas. Para mi enorme desilusión, el chef, el menú o los dueños cambiaron y ahora la comida es bastante regularcita. De todas maneras la cama nos supo a gloria a los cuatro.

Al día siguiente fuimos al museo del sitio, donde compramos boletos para un par de zonas a las que sólo se puede acceder en tour. Optamos por ir todos a la parte más famosa, llamada "Cliff Palace", y comprar solo dos boletos para la parte llamada "Balcony House". El museo es pequeño, pero definitivamente es informativo para chicos y grandes.

Ahi mismo hay acceso a una zona llama "Spruce Tree house", que al principio todos fuimos a ver, pero cuando nos dimos cuenta que la bajada estaba pronunciada, y por lo tanto la subida iba a estar ruda, las féminas optamos por regresar y esperar a que el señor de la familia hiciera el paseo solo. Me sorprendió ver que varios viejitos con andadera se avientan la vuelta, lo mismo que personas empujando carriolas.

Nos presentamos los cuatro al "Cliff Palace" junto con otras 30 personas para esperar nuestro tour. Nos tocó un guía particularmente sazonado y poético, que a modo de cuento acabó explicando muchos detalles y datos técnicos sobre la vida de los pobladores de la zona. Yo pensé que Leah se iba a aburrir, pero ella más bien aprovechó para recargarse en mi y descansar. Las escaleras más empinadas para entrar y salir del sitio están afortunadamente rodeadas de paredes de piedra, así que ella bajó y subió de muy buena gana. Quedó muy complacida con la visita.

Mi madre decidió que ya con esas escaleras había tenido suficiente aventura y decidió no ir al tour de "Balcony House". La niña aceptó que las escaleras de ese sitio no eran para ella y se quedó de muy buena gana con su abuela a esperarnos. Hay dos subidas "rudas", una para entrar al sitio (escalera de palitos de 10 metros) y otra para volver al nivel de la entrada. Más que la trepada como tal, lo rudo es que son subidas empinadísimas y sin paredes alrededor. Abajo de uno solo hay un hermoso cañón boscoso. Lo mejor de éste sitio es que se puede acceder a todas las habitaciones. Nuestro guía usó buen aparte del recorrido para explicar detalles sobre la agricultura de la zona, y dejó muy claro por qué era en esa meseta y no en otros lugares cercanos que se podía sembrar maiz exitosamente.

Salimos relativamente temprano del parque porque sabíamos que la manejada más larga del viaje iba a ser de ahi a nuetsro siguiente destino. Queda lejos el lugar pero definitivamente vale la pena. Es uno de los tesoros arqueológicos de éste país (que de hehco poca gente conoce).


La niña aventurera (que me robó el sombrero)
Spruce Tree House
Cliff Palace
Papás aventureros
Balcony House
Mi padre junto a una Kiva
Nuestro guía

9.11.14

Monument Valley

Esta fue mi tercera visita a Monument Valley. la primera fue por ahi del 2000, y la anterior en el 2005. El paisaje por supuesto no ha cambiado, pero la organización del parque sí.

Se trata de un parque tribal, que tiene una zona (la principal) para acceso general con autos privados o tours, y otra zona a la que solo se puede entrar con guía. La primera vez, hace muchos años, tomamos el guía y puedo decir que, en efecto uno alcanza a ver más piedras bonitas, pero realmente las ganacias no son muchas. Habiendo visto ambas opciones, creo que hacer la "pública" es más que suficiente. Eso sí, hay que traer coche grande, o ajeno, porque la primera parte del camino está horrorosa, con bajadas llenas de piedras y hoyos. Aquellos que deciden no meter su coche y tomar las camionetas de tours que ofrecen ahí mismo (y que están descubiertas) acaban como polvorones desde el minuto dos del recorrido. Yo personalmente, jamás tomaría esa opción.

Una vez adentro, hay varios puntos para pararse a tomar fotos, y en los más famosos hay varios puestitos de joyería y souvenires. La mayoría de los puntos están en el loop oficial, auqnue hay algunos miradores que están desviados del camino. Se puede hacer un recorrido eficiente en 1.5-2 horas, y un recorrido muy completo en 3-4. Entre las novedades que encontré, es que hay muchos más puestos de vendimia, el centro de visitantes es mucho más grande, y ahora hay un hotel de buen ver a la entrada de la zona.

El punto más importante del recorrido para mi era el llamado "John Ford's point". Ni siquiera recuerdo que edad tenía cuando me senté con mi papá a ver la primera película de John Ford, pero es un hecho que vimos muchas juntos y por lo tanto Monument Valley ha sido un punto muy relevante en mi cabeza cinéfila desde hace mucho tiempo. Llevaba años soñando con tomarme una foto ahi con mi padre, y lo logré. Espero algún día ver esas mismas películas con mis hijos.

Vale la pena contar que en esta zona los mapas de los teléfonos son traicioneros. El apple map ponía a monument valley como a 200 kms de donde realmente se encuentra, y google maps sugería caminos de salida que son parte de la reservación y por lo tanto inaccesibles. El pequeño error nos costó como una hora extra de rodeo para llegar a nuestro siguiente destino. Los mapas nos funcionaron muy bien en todo el viaje, menos aquí. De vez en cuando una versión de papel (que no salga de google) es muy útil.

No deja de sorprenderme que el lugar es tan, pero tan bonito, que parece una serie de posters detrás de uno en las fotos.

Mi papá y no-poster
Panorámica no-poster
El famoso punto de John Ford
Mis papitos uniformaditos
Extraña pose
Otro no-poster
La última y nos vamos

2.11.14

Lago Powell/Cañon Glen (Lake Powell/Glen Canyon)

En medio de tanto desierto, fue muy agradable pasar un día visitando un pequeño pedazo del enorme Lago Powell. Estando en Page es casi imposible no verlo, aunque es un hecho que la mejor manera de disfrutarlo es llegando a la orilla o estando dentro de él. Nosotros hicimos ambas cosas. El parque nacional Glen Canyon contiene varios pedazos de orilla del lago, y dada su naturaleza, tiene varias entradas. Obviamente uno solo paga la entrada una vez y guarda el comprobante para susecuentes entradas durante siete dias.

Nosotros visitamos tres areas: 1) Wahweap, que está a cinco munitos manejando desde Page. Tiene una marina, area de acampar, un hotel y una playa de buen tamaño en la que no resistimos la tentación de meter los pies al lago. Queda claro que en verano uno se la puede pasar a todo dar en varias de esas playas o paseando en barquito. 2) El centro de visitantes junto a la presa, que tiene un pequeño museo, tienda, y en particular ofrece una vista espectacular de la presa y el puente que pasa por encima. 3) Antelope Point, que tiene una marina enorme, y el que resulta ser el restaurante flotante de concreto más grande del mundo. De ahi tomamos un tour en barco que duró una hora y media.

En el tour, el capitán nos platicó que además de los varios yates de millones de dólares cuyos dueños guardan en esa marina, hay muchos botes de tiempo compartido que se reparten entre una docena de grupos o más. En principio suena a una buena manera de tener vacación de lago garantizada para el usuario clasemediero, pero hay que tener en cuenta que los usuarios normalmente traen a sus cuates y andan de reven, así que un bote puede cambiar mucho de un año al siguiente. Como sea, suena a que el lago es muy utilizado en el verano. Nosotros tomamos el tour mas corto, pero hay algunos de hasta siete horas que realmente alcanzan a recorrer los lugares más vistosos del lago.

Las formaciones rocosas son realmente muy bonitas, y probablemente son muy variadas si se recorre una mayor parte del lago. La vista es realmente espectacular. Lo curioso es que las hordas de turistas que vimos en Page, o se concentran en Antelope Canyon, o toman otros tours, porque íbamos casi solos. ¿Tal vez no les trae chiste el agua?

Aquí voy a aclarar que nuestro hotel tenía alberca y así se logró que la niña se metiera al agua al menos un par de veces durante las vacaciones, para que no se quedara con las ganas.

Abuela y nieta a la orilla del lago
Panorama de un pedacito de lago
Listos para zarpar
Chulada de orillas
Y acantilados
De cerquita
De las pocas fotos con los cuatro
Butte

27.10.14

Canón Bryce (Bryce Canyon)

La manejada desde Page hasta Bryce Canyon no se puede calificar como corta, pero entre que el paisaje del camino es fantástico y que el destino parece sacado de cuento de hadas, vale la pena. Fue la incursión más profunda que hicimos en el estado de Utah y debo decir que entre más lo veo, más me impresiona lo hermoso y variado que es. Las carreteras en serio son de ensueño con las montañas, ya sean pelonas o con bosques, que tiene que cruzar uno. Hay que decir que la calidad de los caminos y las señales también son mejores que las de Arizona.

Más que un cañon, Bryce es una especie de meseta, que en uno de los lados tiene esas formaciones rocosas espigadas que lo hacen tan famoso. La parte más visitada es un anfiteatro enorme, que tiene muchos miradores y para el que hay un camino por el que se puede caminar toda la orilla. Mi papá caminó un tramo y nosotras tres por supuesto manejamos.

Éste parque nacional es más discreto en tamaño, pero también tiene un hotel y al menos un restaurante dentro del parque. El mini pueblo justo afuera del parque también está surtido de hotelitos y restaurantes. El bosque del parque está bastante tupido, lo cual contrasta con la enorme cantidad de desierto que hemos visto antes. Tuvimos suerte de ver venados en casi todas las paradas boscosas y aquí vimos unos animalitos roedores que son del tamaño de ratoncitos de campo, pero parecen ardillas. Leah decidió que eran Chipmunks, pero yo no pude investigar en detalle.

No fue nuestro caso, pero teniendo tiempo y energía, suena a que vale mucho la pena hacer al menos parte de los caminitos que bajan al anfiteatro para ver las estructuras de cerca. Había mucha gente ya muy cerca del atardecer dentro del "agujero, me quedé con la duda de con que luz iban a subir de regreso.

Hace muchos años que tenía la espinita de conocer éste lugar, y me alegra reportar que tenía razón. Bien vale la vuelta.

Primera parada
Madre en el anfiteatro
Panorámica con gente
Panorámica sin gente
Detalle
Desde otro punto
Con la luz del atardecer

22.10.14

Canón Antílope (Antelope Canyon)

Después del gran cañón manejamos directamente a Page, Arizona. Es un pueblo muy chiquito, pegado a una reservación de Navajos y a el parque nacional de Glen Canyon, que se localiza en las orillas de Lake Powell. La mayoría del parque y del lago de hecho están en Utah, pero esta popular orilla todavía alcanza a estar en Arizona.

Nuestra primera visita desde Page fue al Antelope Canyon, que está a cinco minutos manejando de Page y es administrado por la tribu Navajo. No es parte dle parque nacional, sino parte de un parque tribal. El cañón se divide en dos partes, que se visitan por separado, auqnue en ambas sólo se puede hacer en visita guiada. Nosotros sólo visitamos el cañon bajo, mientras que la gran mayoría de los tours y los vistantes están enfocados en el cañon alto. Al cañon bajo hay que entrar bajando muchas escaleras, y luego se recorren unos 150 metros ascendiendo poco a poco. El cañon bajo tiene una forma general de "V", es decir, es más estrecho en el piso que en la apertura. Hay secciones que son solo un poco más anchas que una persona, pero se puede decir que es bastante cómodo de recorrer. Leah comenzó horrorizada con las escaleras, y acabó feliz trepando por todos lados. Fue su punto favorito del viaje.

La guía explica bevemente asuntos geológicos y muy seguido apunta a piedras con formas peculiares como águila, smbrero de pirata, momia, etc... también apunta a los mejores lugares para tomar fotos de grupo y amablemente opera las cámaras de los diferentes grupos en el tour. A varios se les acabó la pila de su teléfono o cámara porque el lugar es tan espectacular que uno no puede dejar de tomar fotos de todos los rincones. No hay ángulo malo, es realmente una maravilla. Uno dura aproximadamente unahora dentro del cañon, y parte de ese tiempo se va en esperar a que avancen los tours de enfrente.

La guía nos dijo que el cañon superior tiene más forma de "A", o sea que el piso es más ancho que la ranura superior. Eso implica que hay que ir a ese muy cerca del mediodía para tener buena luz para las fotos. La otra "ventaja" es que para ese no hay que subir y bajar, está a nivel del piso. Es muy probable que ambos sean dignos de visitarse, pero el otro se veía muchísimo más lleno de gente. Nos lo brincamos.

La primera vez que decidí que quería ir a ese lugar fue en 1997 en Las Vegas, donde vi una postal y me fascinó. Debo decir que a pesar de la espera, el lugar resultó mucho más grande y más bonito de lo que pensaba. Valió toditita la pena esperar tanto tiempo para visitarlo.


150 metros de esto
Abusando del abuelo
Feliz en la aventura
Uno de los 20,000 buenos ángulos
Esperando a que avance el tour
Chulada
"Yo solita"
La salida

16.10.14

Gran cañón

Lo sé, hace casi un año que no paso por aquí. Decidí que mi situación actual junto con el viaje épico que acabo de hacer con mi familia eran buen pretexto para retomar el espacio.

Dentro de lo posible, trataré de poner fotos diferentes a las de FB e incluir información útil en caso de que alguien más se anime a dar la vuelta por la zona.

Nosotros visitamos el parque nacional después de pasar la noche en Flagstaff. La carretera (estatal 180) es sencilla todo el camino, con un poco de montaña, bastante sola en esta época y muuuuy bonita. Puedo ver como en temporada alta el tráfico se puede poner más pesado y es posible que valga la pena tomar la ruta que toma un pedazo de autopista (Interestatal 40), que es más larga, pero con varios carriles. Justo antes de la entrada al parque nacional (25 USD por auto, dura siete días el pase) hay un pueblito lleno de hoteles, restaurantes, y un centro enorme que parece de información, pero que en realidad pertenece a national geographic y pasa peliculas en IMAX. Uno recibe en la caseta de entrada un mapa y un periódico con toda la información necesaria para el parque., que es todo lo que se necesita para pasar el día ahí.

La orilla que visitamos fue la sur, que es la más famosa y visitada. La orilla norte llega a estar cerrada durante el invierno, queda mucho más lejos manejando, y es para los más aventureros. Lo más razonable es buscar lugar en alguno de los estacionamientos y recorrer el parque usando la red de shuttles. Los shuttles permiten visitar el lado oeste del parque, que no está abierto a autos particulares, para el aldo éste se recorre una carretera estatal, así que cualquier auto puede pasar. Hay dos areas grandes con servicios (la del centro de visitantes y la de Grand Canyon Village) como tiendas, restaurantes e información. Hay también un hotel dentro del parque.

Nosotros comenzamos por la zona cercana al centro de visitantes, luego tomamos el shuttle para recorrer la zona de la aldea. Ahi mi padre decidió hacer una pequeña caminata por el famoso camino del Angel. Vimos a algunos entusiastas que venian de regreso después de haber bajado y subido todo el camino, se veían felices pero cuasi-catatónicos. Cualquier punto es bonito en ese lugar, pero creo que nuestra vista favorita fue desde el llamado Hopi point. Ahi uno se puede parar en una piedrota sin bardita y tomar fotos fabulosas, pero como dije, casi cualquier ruta y combinación de paradas va a brindar vistas impresionantes.

Esta fue my tercera visita, y como era de esperarse, uno no se cansa de ver lugares como estos.

Las féminas y el cañón
Mis papitos
Una de las dos veces que usamos el tripié
Mi papá volviendo de su heróica caminata
Hopi point
La niña feliz

7.1.14

ACL 2013

Esto sucedió el segundo fin de semana de octubre.

El primer pendiente serio que tengo en éste blog es documentar mi asistencia al festival Austin City Limits. Me animé de casi última hora porque a alguien le sobraban dos boletos y mi querido Verde se animó a cruzar la frontera para hacer mancuerna. Yo había asistido al festival dos o tres veces antes, hace varios años y debo notar que sí se nota el crecimiento que ha tenido la franquicia. Éste fue el primer año que se hizo dos fines de semana (nosotros fuimos al segundo), hay más escenarios, espacio especial para niños, una chelería muy sofisticada, comida mucho más fresa y variada, etc...

En el cartel había sobre todo bandas que ya he visto, pero que me gustan mucho y un par de bandas nuevas a las que les traía ganas. A diferencia de otros casos, éste festival tiene dos headliners por noche, lo cual lo obliga a uno a decantarse por uno solo, ya que moverse entre escenarios lleva suficiente tiempo como para que no valga la pena intentarlo. En nuestro caso, siempre ganaron los rucos.

Aproveché para llevar a Leah durante el día, ya que los menores de 10 años entran gratis con un adulto. Nos la pasamos todo el tiempo en el area de niños, que se recorrió de pe a pa, haciendo todas las actividades que ofrecían. Se tatuó, se pinto el pelo, pintó, tocó intrumentos, etc... nunca es demasiado temprano para empezar a educar a las nuevas generaciones. Mi intención era llevarla a un pedazo del festival el último día, pero el destino quiso que no fuera posible.

Tienen un sistema muy ingenioso para control de la basura reciclable que consiste en dar unas bolsotas que uno debe llenar sólo con basura reciclable (latas, botellas y cartones). A cambio de la bolsa llena, regalan una camiseta del festival. El Verde y yo decidimos trabajar en equipo para llenar dos bolsas y salimos cada uno con nuestra camiseta conmemorativa.

El sábado cerramos el festival con un aguacero épico que nos ensopó de pies a cabeza (repita veinte veces) a todos y cada uno de los asistentes. Creo que nunca había estado tan mojada en mi vida, ni nadando caray. Llovió toda la noche, lo cual provocó que el parque del festival se pareciera más bien al lago de Chapala y se tuviera que cancelar el último día del evento. Por suerte lo que más nos interesaba ya había ocurrido en los dos primeros días.

Yo creí que ya estaba vieja para estos trotes, pero más bien creo que dejaré de ir el día que Leah no me quiera llevar en silla de ruedas.


Mi compinche y yo
La chelería fresa
Alex Turner (Arctic Monkeys) se convirtió en mi obsesión del final del año
Alcanzamos un pedacito de Queens of the Stone Age
Nunca me cansaré de ver a Depeche Mode
Y eso que "compitieron" con Muse
La niña en su primer festival
Dándole a los tambores
Y a los tatuajes
Después de años me tocó ver a un clasicazo: Wilco
Bonito atardecer
Tampoco me cansaré de ver a The Cure
Aunque se siente raro verlos tocar solamente dos horas