Uf, ahora sí me colgué muchísimo para postear... las razones serán pretextos para otros posts.
Como posiblemente recuerden, ya habia visto a Muse en Munich, pero a diferencia de esa vez, ahora tocaban en el Olympiahalle, así que decidí no perder la oportunidad de verlos de nuevo. Mis compañeras de aventuras fueron cuatro jóvenes (unas colegas, otras no), entre las que se encontraba Payel, mi fiel compinche musical.
Al entrar al recinto, se podían ver en el escenario tres estructuras altas, que simulaban unas torres/edificios. Cuando las luces se apagaron, las torres se iluminaron parcialmente, y eventualmente se deshicieron de sus "paredes" para revelar tremendos pantallones que enmarcaban a cada uno de los tres integrantes de la banda. Para mi beneplácito, los tres quedaban muy alto respecto al escenario, así que no había estatura alemana que se interpusiera entre ellos y yo. Eventualmente, la parte inferior de las torres descendió y los puso a nivel normal, pero los volvió a subir varias veces durante el show.
Aparte de las pantallas, el diseño de luces tenía unos poderosos láseres verdes que llenaban todo el recinto y además dibujaban simpáticas figuras en el techo blanco del recinto, muy entretenido... pero la parte del show que verdaderamente me fascinó fue el piano de Bellamy. Se trataba de un enorme piano de cola (a veces trepado en la torre) con una tapa transparente, que de hecho era una pantalla que de alguna manera mostraba las notas que eran ejecutadas en el piano. Es difícil describirlo, pero estaba fantástico. Vale la pena decir que el diseño de lo que proyectaban las pantallas vale mucho la pena, es relativamente sencillo, pero elegante y muy atractivo.
En cuanto al setlist, fue breve pero conciso. Tocaron sólo una hora y media, pero yo oi todas las canciones que quería oir. Me imagino que le habrán quedado a deber a los fans from hell, pero yo salí muy complacida. Bellamy todavía tiene pulmones y garganta para pegar unos buenos berridos, aunque su actitud cambió mucho con respecto a la vez pasada, se le ve mucho más cómodo con el público, mucho más interactivo y dueño de su escenario. En fin, que si se les cruza la oportunidad de verlos, vale mucho la pena.
Las torres/edificios
¡con gente!
¡¡de carne y hueso!!
Láseres
La foto no es buena, pero a la izquierda se ve más o menos el maravilloso piano
Globotes llenos de confeti
Buen diseño gráfico
Gran final
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