El lunes fui al doctor y no había signo alguno de que la muchacha quisiera salir. Le estimaron el peso con ultrasonido y salió a 3.9 Kg, cosa que hizo que el doctor recomendara que saliera pronto, ya fuera por inducción o por cesarea, eso nos dejó decidirlo a nosotros. Después de discutir el punto, nos decidimos por la inducción al día siguiente, y nos fuimos a cenar para celebrar la última noche de panza.
Esa noche vimos una película y después a la camita... 20 minutos después me desperté con un serio dolor abdominal periódico. Usando la aplicación iContraction de mi iPhone, me quedó claro que estaba en trabajo de parto y que había que empezar a respirar con calma. Me pasé la noche en vela viendo como aumentaba la frecuencia de las contracciones, y por ahi de los 7 minutos decidí que era hora de prepararse para salir. Levanté a mi madre para que me ayudara a bañarme, y a mi marido para que preparara todo. Para cuando logré vestirme, alistar la maleta (dándole ordenes a mi madre y Niv) y llamar al taxi, ya estábamos por los 5 minutos.
Llegamos a la clínica a las 7:00am, derechito a la sala de expulsión donde estuve horas con Niv y mi mamá. Hicieron una nueva estimación de peso con ultrasonido, que salió a 3.4 Kg... y luego dicen que los astrónomos manejamos barras de error grandes. En ese momento le dieron a Niv un altero de papeles para llenar, y el nombre de Leah Sofia Drory Noyola quedó legalmente establecido (y se hizo público a mi mamá). Tenía un cm de dilatación cuando llegué. Para cuando alcancé los 6 cm y me ofrecieron la raquidea, yo ya estaba más que vendida a la idea, realmente estaba muy cansada de no haber dormido y el dolor ya estaba perro a esas alturas. Las fabulosas drogas no afectaron mi presión, ni el pulso de la muchacha, ni las contracciones. Por ahi de los 8 cm empezaron a notar que a veces el pulso de la bebe bajaba un poquito durante las contracciones, y aparte hasta ese momento la cabeza seguía sin colocarse en la salida. Poco después la hebamme (partera) declaró que tenía 9.5 cm y que por fin se había colocado la cabeza. Tantito después de que la expulsión pareciera inminente, tuve tres contracciones muy seguidas que provocaron que el pulso de la pequeña bajara mucho por un periodo de casi tres minutos, lo cual es una barbaridad. Cinco personas entraron al cuarto a ponerme oxígeno, inyecciones, y a voltear la cama (inclinando los pies hacia arriba). Eso trajo el pulso a la normalidad y acabó la crisis, pero por supuesto me tuvieron que parar las contracciones y la cabeza salió de lugar otra vez. Llegó mi doctor y en el momento dijo que aunque la bebé estaba bien, le parecía muy riesgoso intentar la expulsión, y por supuesto que Niv y yo estuvimos totalmente de acuerdo, así que rápidamente me prepararon para una cesarea.
Niv entró conmigo al quirófano, que estaba HELADO, me tenía titiritando. En un lapso de pocos minutos me embarraron el líquido quirúrgico, levantaron la cortina frente a mi panza, me recortaron varias capas de tejido (cosa que por supuesto no sentí, pero que ¡pude oir!) y me apachurraron la parte de arriba de la panza para sacar al contenido de mi útero. En cuanto salió, le sacaron el líquido y lloró, nos la enseñaron brevemente por encima de la cortina y nos dijeron que estaba bien. Ambos lloramos al verle la carita pegando de saludables berridos. Niv se fue con ella a la inspección y le tocó cortar el cordón (lo que quedaba pues). Ya que la envolvieron como tamal, me la pusieron encima unos cinco minutos, en los que pude tocarle los cachetes y mandarle besitos volados. Se la tienen que llevar pronto por lo frío del quirófano y Niv se fue con ella para que la revisaran con más detalle. Tardaron unos 40 minutos en acabar sus negocios conmigo. A esas alturas llevaba 28 horas despierta, una de ellas con mucho dolor y otras con algo de tensión, y sin embargo era el momento más pleno de mi vida. Me sentía la persona más afortunada del mundo.
Una vez cerrado el zipper, me subieron a un cuarto de recuperación y me la trajeron para intentar amamantarla. Confieso que yo tenía mucho miedo de que tuviera problemas para agarrarse al pecho, porque normalmente lleva mucho tiempo arreglar ese tipo de complicaciones. No había razón alguna para mis inseguridades, aquella se lanzó a mi chichi como si la hubiera conocido de toda la vida (que en su caso era casi cierto), y me di cuenta que mis problemas con la amamantada iban a ser mas bien tipo "exceso de entusiasmo". En ese momento me quedó claro el doloroso futuro que le aguardaba a mis pezones, pero estaba tan contenta que no me importó.
Y ya, después pasamos al cuarto para que conociera al resto de la familia (las abuelas y el tío) y para empezar a conocernos con detalle, pero eso se los cuento después. Todo esto ocurrió el 13 de julio del año 2010, el día en el que estrenamos nuestra anhelada paternidad.
9 comentarios:
iContraction?? That's so funny! I'm so happy for you guys and am glad that everything went smoothly (except one hiccup).
¡Muchas felicidades!
Fiúu, nada es gratis en esta vida, pero estamnos tan felices como ustedes.
Muchas felicidades, casi se me salen las lágrimas. Te recomiendo la lanolina de Lansinoh (un tubito morado), es una maravilla con tus pezones y no importa si no te la limpias, Leah Sofia se la puede comer sin ningún efecto secundario.
Muchos besos.
Muchas felicidades, a mi si se me salieron las lagrimas!
Amy: you should see my new nursing app for the iPhone, it's awesome.
Uda: gracias a tu consejo, me acabo de unir al club de la lanolina (aunque con otra marca).
Felicidades enormes. (mas palabras luego)
We finally have our computer set up in our new house and I can translate again, so I am catching up on your posts. (I couldn't manage to translate on my phone, which has been my connection to the internet for the last few weeks.) Anyway, CONGRATULATIONS! I am so glad that Leah arrived safe and sound!
chido. que bien que todo salió bien. claro que comencé a leer la y pensé que había sido un parto rapidito, pero veo que si tuvo su complicación. les mandamos un abrazo y muchas felicitaciones, y seguiremos checando el progreso de la pequeña. saludos.
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