25.6.07

Southside

De una vez les platico del festival, total, ya perdimos el hilo de las cronicas sudamericanas.

Llegamos el sábado en la tarde, directito a ver "La Vela Puerca". Yo solo sabía que eran famosos en Europa y tenía curiosidad de verlos. La neta suenan muy parecidos a "La Mosca Tse Tse" y yo no les halle mucho chiste, fuera de que me causó mucha gracia oir acento argentino en esas coordenadas. Mientras esperabamos a Payel y James se me cruzó una visión del pasado en forma humana: Julián Becerra, un cuate de la facultad al que le había perdido la pista hace varios años. Por supuesto lo pesqué y nos dedicamos a poner los chismes al día, mientras pululabamos de un escenario a otro. Nuestra siguiente parada fue para ver a los "Kings of Leon", que jamás me han gustado en el radio, pero he de aceptar que no suenan tan mal en vivo. El siguiente plato fue "Juliette (Lewis) and the Licks". La neta nunca había oido su música, pero no pude evitar la curiosidad de ver a la actriz en forma de cantante. Tienen un estilo rudo gritón, entre punketon y heavy. No es la música que más me late, pero es un hecho que son enjundiosos en el escenario. El cometario de Julián fue: "Es buena actriz".

La tarde empezó a agarrar vuelito con los legendarios "Sonic Youth". Es impresionante ver a bandas consagradas, incluso si desaparecieron del mapa por un ratote o si nunca fui gran fan de su música. Cuando la gente tiene presencia y tablas, se les nota. La Kim Gordon echa un buen desmadre en el escenario y esas rolas que sonaban rarísimas en los ochentas, ahora suenan a clasicos absolutos. Los siguientes en ocupar el escenario fueron los de "Placebo", que dieron un muy buen show, tocando todas las rolas esperadas, menos la más famosa. El tipo se ve mucho más normal ahora, creo que tener un hijito hizo que le bajara la androginia. La banda es buena, pero no es exactamente prendida, entonces la atmósfera es muy distinta que con otras bandas.

El plato fuerte de el día vino en forma de "Pearl Jam". Entre Julián y Jenny me convencieron de colarnos hasta la parte de enfrente y valió mucho al pena. Pudimos observar directito, sin recurrir a la pantalla, como todos los miembros de la banda han evolucionado con los años, excepto Eddie Vedder. Se ve casi igualito que en 1993, con el pelo largo otra vez. Empezaron con un set puro y duro: 'green disease', 'do the evolution', 'go', y yo pensé que nos querian matar, pero resulta que todo lo que tocaron fue en ese tono, puras rolas pa' brincar. Se me hace que prefieren no tocar baladas en los festivales para mantener a la banda prendida. Por un breve periodo de tiempo, sentí que tenía 17 años otra vez y cai rendida bajo el encanto del señor Vedder. No para un segundo en el escenario, chupa vino, pega de brincos, vuela el micrófono, chupa más vino, baila como siempre, toca la guitarra, va y le da vino al público, le da vueltas a la base del micrófono, se tira al piso, desmadra dos panderos y luego los avienta a la audiencia... Jenny y Eva babean. La rola que más me sorprendió oir fue 'porch'. Dejaron 'evenflow' y 'alive' para el apoteosico final. La gente feliz, yo feliz. Eso si, se quedaron con mi voz, salí de ahi completamente afónica.

El último acto fue de "Queens of the stone age", que suenan bien, pero no traen nada de show en el escenario. No se mueven de su lugar, no tienen lucecitas especiales, nada. Entre eso y el disco no había tanta diferencia. Nos fuimos.

El domingo comenzamos con "Arcade Fire", que dieron un muy buen show. Como son un monton (¿7?,¿9?) arman un buen desmadre en el escenario. Varios de ellos se rotan entre los instrumentos asi que uno tiene que estar a las vivas para ver donde andan, su show siempre tiene algo de happening. Me sorprendió que conocía bien todas las rolas que tocaron. Creo que soy fan y no me había dado cuenta. Yo estaba francamente cansada asi que decidí sentarme a esperar a "Bloc Party". Nunca me latió lo que les oi en el radio, pero resulta que en vivo son peor. Suenan a puro tambor y sus ritmos no me gustan, asi que prontamente salí despavorida a procurarme alimento y esencialmente a huir de los tamborazos. Por curiosidad me fui a asomar al set de "Interpol". No suenan mal, pero son otra banda que, a pesar de traer un estilazo con los vestuarios, no hacen gran cosa en el escenario, ¡imaginense que el prendido es el bajista!. Y su música tampoco es muy emocionante, es mas onda azote, entonces no es un show tan atractivo. No se que les pasa a estas bandas jóvenes que andan cortas de pila, muchos parecen estar deprimidos y no importarles la vida. Volví al escenario principal para ver a "Die Fantastischen Vier", que se ganaron mi corazon en el acto. Son unos cuarentones funk-raperos divertidísimos. Echan un gran desmadre en el escenario y, a pesar de que no tengo idea que demonios cantaban, tenían a el público extasiado. Deben ser muy populares porque vi chavitos de 17 cantando sus canciones. Fue de los actos más prendidos que vi en el festival.

El cierre fue a cargo de "Beastie Boys", que montaron un escenario muy sofisticado, con pantallas de varias formas. Son otros que rebotan por el escenario toooodo el tiempo y no dejan que el público se tome ni un solo respiro. Su show visual fue el mejor de todos, mezclaban efectos en las pantallas y el escenario tenía varias pantallas con formas variadas que hacían unos patrones de luz muy simpáticos. En algún momento, cuando dejaron que el DJ Mike mostrara sus dotes pinchadisquiles, sentí que estaba viendo a una especie en extinción, esos hombres que crecieron encadenados a la tornamesa y que ya no hay menores de 30 años. Su último disco es intrumental, asi que hubo un pequeño respiro cuando tocaron rolas de muestra, pero cerraron el set con las que todo mundo esperaba (menos 'fight for your right'). Yo fui particularmente dichosa de oir 'intergalactic' y 'sabotage'.

No me queda claro por qué estos festivales para chamacos de 18 años siempre tienen su momento cúlmine con bandas que ya tocaban cuando ellos estaban naciendo. Están diseñados para que los rucos como yo la pasemos dura pero al final creo que somos los más emocionados. Por cierto me quedé de a cuatro con la extendida práctica que apañarse los contenedores de basura para llevarlos de un lado a otro y asi poder sentarse o pararse en ellos durante los shows. ¡Era imposible encontar donde tirar la basura!

Tardamos 45 minutos es poder salir del estacionamiento y después le siguieron tres horas y media de manejar en autopista. Llegue en estado catatónico, pero en una pieza. Llevo desde entonces sintiendo que me apalearon, pero me supongo que es la edad. El corolario del fin de semana es: ya no me cuezo al primer hervor.









1 comentario:

Anónimo dijo...

Guauuu!!! que envidia, pero la neta no estoy seguro si ya estando ahí aguantaría tanto trajín...ya estoy viejo!!!

Que ganas de ver a los niños bestia (que ya de "boys" solo tienen el nombre, ¿no?)

Sí, siempre es gratificante ver a Pearl Jam, ya me daban huevita pero despues de verlos en vivo, reanimé mi fanatismo a niveles de 1992!!!

Un abrazo!