¡Al fin!

Ayer me convencí de que si existen los milagros. Niv y yo llevábamos semanas en tensas discusiones sobre el futuro de nuestra sala. Yo lo único que quería era tener un sillón donde sentarme y que se pudiera hacer cama para recibir visitas. El quería un sillon cómodo y bonito, asi que no le importaba esperar todo el tiempo del mundo hasta encontrar el sillon de sus sueños. Buscamos y buscamos infructuosamente en varias tiendas y catálogos de red. Yo estaba empezando a ponerme muy nerviosa pensando en que ibamos a tener la sala pelona durante meses, pero ayer ocurrió el milagro. Fuimos a una tienda que vende cosas dos tres finolis pero a precios rebajados y ahi nos estaba esperando el objeto de nuestros anhelos. Los dos quedamos muy compacidos con nuestra compra. Lo único malo es que nos lo van a entregar hasta que volvamos de los EEUU, asi que no lo vamos a ver hasta dentro de un més, pero de ahi en adelante, ya tendremos un departamento plenamente funcional en el que se pueden recibir visitas cual debe ser.