Decidimos utilizar el feriado de la semana pasada para llevar a Leah al zoológico. Para mi sorpresa, Chapultepec estaba muy tranquilo cuando llegamos. Leah estaba recién despertada de una siesta, así que llegó fresquita a la aventura.
Desafortunadamente la hora resultó ser el principio de la siesta de varios animales, así que agarramos a muchos hechos bolita y sin moverse. Por supuesto, a Leah sólo le llaman la atención los animales si se ven grandes y se mueven, así que los bichos dormidos no pasaron por su radar. De todas maneras logramos que se emocionara con varios ejemplares, y como sea se la pasó feliz corriendo por todos lados y trepando las rejas (o intentándolo).
Recorrimos menos de la mitad del zoológico porque nuestra velocidad promedio es bastante lenta cuando la niña decide caminar... en cualquier dirección. Por supuesto, nos enfocamos en los animales más grandes: primates, felinos, osos, y mamíferos grandes de las estepas. Me sorprendió ver la gran cantidad de niños que eran empujados por sus papás en carriolas o carritos y que no parecían tener gran interés en los animales. Yo pensé que todos los niños adoraban verlos.
Les paso al costo el dato de que ahora hay un lugar en el cual se puede apapachar tarántulas y otros bichos ponzoñosos. Suena muy interesante para los que no padecen de fobias relacionadas, como yo.
A la salida ya había mucha más gente en Chapultepec, y sobre todo, había docenas de vendedores gritones. Nunca ha dejado de impresionarme lo baratas que son las baratijas que venden en ese lugar. No sobra decir que Chapultepec es muy bonito, y que ofrece una gran variedad de planes al visitante, un gran lugar para disfrutar de un día libre.
El lago en todo su verde esplendor
Con la abuela frente a la ofrenda. Fuimos justo el día de muertos.
"Okis!, oookiiiis!" (Monkeys)
Fascinada pululando
¡Afa!
Impresionante iguanón
Por supuesto, les dijo "bayos"
Oso de anteojos
Tortugas pornográficas
1 comentario:
LOL, oh my gosh, the turtles!
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