Hace aproximadamente una semana, empecé a notar que los bultitos movedizos en mi barriga se hacían realmente visibles. Codos, rodillas y supongo que el trasero también, hacen de repente colinas movedizas en mi panza, y cuando la actividad está al máximo parece que tengo algo hirviendo en medio cuerpo. Ya me estoy acostumbrando y ahora me divierto mucho viendo el show, pero al principio la verdad sí era impresionante ver cómo se movia la alienita. Eso sí, sus modos siguen siendo pudorosos, porque los super shows los monta sólamente en la casa o en mi oficina cuando estoy sola, en cuanto se aparece alguién, pasa a un estilo mucho más calmado. Yo espero que cuando su papá vuelva de viaje no se le pueda esconder.
En el departamento de los achaques, me ha dado por decirle a la gente (particularmente a mujeres de mi edad que un día de estos podrían entrarle a la misma actividad) que aunque hay una gran variedad de maneras de estar incómoda durante el embarazo, ninguna es igual todo el tiempo, cambian en cuestión de una o dos semanas. Los dolores de espalda cambian de lugar y los cambios de posición para sobrellevarlos también son distintos. La incomodidad a la hora de dormir no es siempre la misma y también cambia de horario en la noche. Considerando la gigante panza que me cargo a estas alturas, siento que me veo como que debería estar más incómoda de lo que estoy. Y bueno, mi movilidad sí ha ido decreciendo, me canso más rápido y necesito más ayuda que antes con ciertas actividades físicas (tengo que arrastrar a Niv al super a últimas fechas). En suma, me sigo sintiendo afortunada por que con todo y todo, creo que me ha ido bien en la feria.
Por último, les platico de la visita que tuvimos el fin de semana pasado. Mi querido amigo Mauricio decidió venir a conocer la panza después de un congreso en Austria. El pobre no sabía que el volcán copy-paste (nadie, nadie se sabe el nombre) le iba a alargar la estancia un par de días, pero al menos eso nos sirvió para continuar la chorcha un rato más. Tuvo suerte de estar aqui antes de que el clima volviera a modo glaciar, así que pudimos pasear un poco por la ciudad y algún museo. En particular, nos dimos un buen tour gastronómico por Schwabing (nuestra parte de la ciudad). Lo acabé convenciendo de la maravilla que son los Butterbrezen. Fue un absoluto placer tenerlo por aca.
Estatua africana y yo
Con el papá de la alienita
En la vieja pinacoteca (por primera vez usé el elevador de subida)
En el parque floreado con Mauricio
1 comentario:
I like the picture with the African statue!
Publicar un comentario