28.9.07

The Police

Hace tiempo me dió por hacer un repaso visual de mi colección de CDs y de las bandas o personas que he visto en vivo de entre esa colección. Cuando ví los CDs de The Police, me dió mucho coraje pensar que nunca iba a poder ver a esa banda en vivo, a pesar de que todos sus miembros se encontraban en buena salud. Después de como acabaron, yo juraba que no me iba a tocar el milagro... pero me tocó.

En todo el tiempo que estuve en gringolia nunca me tocó ir a un concierto en un estadio, asi que mi último concierto en estadio debe haber sido Juan Gabriel en el azteca, o algo asi. Fue un gran placer desplazarme junto con las masas hacia el estadio olímpico de Munich, que es un lugar muy bonito. Los Dioses del clima se vieron re buena onda y nos dieron una noche fresca y agradable. Para acabar de redondear un buen preludio, me hice de un tarro de cerveza y una bockwurst buenísimos.

El grupo abridor fue Fiction Plane, que viene a ser la banda de Joe Sumner, que no por casualidad comparte apellido con Gordon Sumner, es su hijo. El muchacho tiene buena voz y la banda no toca mal las rancheras, pero sí suenan igualito que otras docenas de bandas de estos días. Lo que más me soprendió es que el chavo no es solo el cantante, sino que toca el bajo. Ya ser hijo de Sting y decidir dedicarse al rock es aventurado, ¡pero también tocar el bajo! Solo siendo hijo de Paul McCartney sería peor.

En cuanto los veteranos salieron al escenario, el estadio explotó en gritos. Fueron muchos años de espera. En la lista de canciones no hubo ninguna gran sorpresa más alla de las versiones que tocaron de puras canciones conocidísimas. Me sonó a que decidieron que iban a tocar las rolas en versiones acordes con los músicos que son hoy, mucho más relajados, más asentados, y mucho mejores interpretes. Buena parte del concierto sonó a rock cubierto con una capa de jazz. Algunas canciones sonaron fabulosas en esta versión renovada, y otras como de-do-do-do de-da-da-da no tienen remedio, la tocaron poniendo cara de "ah que mamadas escribiamos en esas épocas", pero claramente divertidos con la idea de tener a cincuenta mil almas cantando la misma sandez al unísono. La cantidad de veces en ese concierto que uno puede cantar ieeeoo io-oo-oo, es enorme, nos la pasamos vocalizando todo el tiempo.

Después de años y años de elevar el promedio de edad en conciertos, por fin me tocó estar con gente de mi rodada o mayor. La atmósfera es completamente distinta y es mucho más agradable. Nadie se quiere pasar de listo o balconear, no hay villamelones (con esos precios está difícil) y todo mundo va por genuino gusto e interes, no por quedar bien con sus cuates. La gente baila y se prende pero no le brinca encima a nadie y no hay prisas para entrar y salir, Todo es más relajado con una audiencia mayorcita. Eso sí, los alemanes so altísimos, tuve que moverme varias veces hasta encontrar un lugar donde poder ver las pantallas, dejen ustedes el escenario.

Sting (a. Dorian Gray) se ve increible, hace 15 años se le congeló el look y sigue estando para comérselo. Stewart Copeland salió vestido como para jugar un partido de tenis, se la pasó brincando de la batería a otro set de percusiones y se le vió feliz todo el tiempo, super prendido. Andy Summers, siendo mayor que los otros dos, es el más tranquilo, mantiene una actitud super cool todo el tiempo y de vez en cuando hace bromas con la plumilla de la guitarra. Fue un enorme placer haber hecho mi sueño de ver a esos tres señores realidad.

2 comentarios:

Kirsch dijo...

Andy Summers parece el papa de los otros dos.

Mau dijo...

Sabrosísima reseña. Als immer.

Sigue Gozando!