21.9.06

Oktoberfest

Pues ahí tienen que ayer fui al oktoberfest. Mi amiga Amanda (de Austin, pero por ahora esta aquí) tiene a su vez una amiga local, Kathy, que amablemente nos llevó a conocer ésta atracción turística. Ya en el metro hacia allá uno se empieza a dar una idea de la magnitud del asunto. Parecía Pino Suarez a las seis de la tarde. El metro escupe a los centenares de pasajeros directo en el mega mega parque. En el lugar hay tres cosas: juegos mecánicos, puestos de cuanta cosa, y lo que llaman "tiendas" (como tienda de campaña), que en realidad son unos pabellones gi-gan-tes-cos, con centenares de mesas y miles de personas comiendo y chupando. La cerveza solo se puede adquirir adentro de las tiendas, así que hay que llegar a buena hora para pescar lugar.

Para que se dén una idea de por qué la gente sale ahogada de ahí, chequen el tamaño de la cerveza


¡Un litro!, y aparte te lo cobran como si fuera champaña. 7.5 euros por tarrito. Ya con un litro de chela entre pecho y espalda, nos fuimos a trepar a los juegos mecánicos, que tambien los cobran como si fueran de platino, 5 euros los grandes, 2 los chicos. Después de años y años, por fin me pude subir al rotor, ese que da vueltas, uno se pega a la pared y bajan el piso.

Ya que nos dió hambre, fuimos a una de las tiendas a comernos medio pollo cada una. Son pollos rostizados, pero yo no sé que les ponen o como los crían, quedan buenísimos. Con nuestro litro de chela en mano, entramos a la parte central de la tienda, que es donde se pone bueno el reven. Ahí casi todas las mesas están reservadas, así que hay que arrimarse a esperar que alguien se vaya o a que lo inviten a uno. Astutamente nos arrimamos a una mesa llena de japoneses que ya estaban bien persas ,y en efecto, al ratito nos invitaron a sentarnos. Cual va siendo mi sorpresa que cuando uno de los japoneses me pregunta que de dónde soy y le digo que de México, me contesta "orale". Resulta que vivió cinco años en México y estuvimos choreando un rato en español.

De ahi en adelante mis recuerdos se empiezan a poner borrosos. Hoy me enteré que la cerveza del oktoberfest es especial y es más fuerte que lo normal... así nadie puede meter las manos. Para cuando te acabas tu primer litro ya estas bastante embriagado y ya no te queda sentido común para dejar de tomar. No sé exactamente cuanto tomé, pero fueron mas de dos litros.

Es un milagro que haya salido de ahí caminando y mas que haya podido dar la direccion de mi casa al taxista que Kathy nos consiguió. Si no fuera por ella, hubiera acabado dormida en algun parque de la ciudad. La mañana de hoy fue muy muy muy penosa. Me pasé la primera mitad del día como caminando en goma. Hace tiempo que no tenía una cruda tan fuerte. Creo que valió la pena ir, pero hay que tenerle mucho respeto a esa cerveza, no se puede tratar normalmente... creo que no voy a poder tomar alcohol en varios dias

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Eva, 9.5 dolares por 1 litro de cerveza es una ganga! (supongo no es bud)

Mau dijo...

El Rotor!
¿Qué no estaba en la feria del Estadio Azteca?

Que buen Nivel.

Sigue Gozando!

Verde dijo...

Nunca me he podido subir al Rotor grrrr.

Acá en la costa azul la chela en un restaurante pitero cualquiera esta en 7.5 los 500 ml y no es una chela alemana de respeto.

La mas barata que he encontrado está en 2.20 por 250 ml. Que siguen siendo 8.80.

Traducción simultanea, yo si la pagaba sin mayor conflicto.

Julio dijo...

Ayer me toco pagar como 14 dolares (150 pesos por una chela, cosa que no aparece en el menu, pero que te pasa cuando los cuates de la prima se van sin pagar su cuenta...

Anónimo dijo...

Yo nomas les digo que los locales se horrorizan con el precio. En la ciudad tranquilamente se consigue medio litro por 2.5 euros.

Cuando el rotor estaba en el azteca nunca me pude subir por angas o mangas. La neta no es nada del otro mundo, pero siempre quise experimentarlo.

... fresas pero codos, que buenos cuates!

Anónimo dijo...

La verdad es que el precio si es un escándalo, considerando que no estás en un restaurant, ni en un bar cerrado, sino en plena campiña alemana. Ahora que recuerdo, en un pub promedio de Milán, la pinta salía en 4-4.50 euros, así que estamos hablando más o menos de lo mismo (claro que el precio incluía barra de comida salada para que pidieras más)

Anónimo dijo...

Pues como bien sabes siempre me encanto eso de vueltas, vueltas y mas vueltas, asi que me subi infinidad de veces al rotor, hasta que un dia descubri que tanta vuelta me afecto de mas y ahora con solo oir del rotor combinado con chela... nunca lo vuelvo a hacer!