19.9.06

19 de septiembre

Si ya sé, está choteado eso de contar "mi historia el día del temblor", pero éste es el primer aniversario en el que tengo un blog, asi que ahora se aguantan a que les cuente mi historia del temblor.

Tenía diez años y, por increible que parezca, no recuerdo haber sentido ningún temblor antes en mi vida. Seguro que si viví varios, pero no se registraron en mi memoria. Estaba sentada en el coche con mi papá, rumbo a la escuela, cuando nuestra caribe azul empezó a menearse como lancha en alta mar. Yo pregunté alarmada, ¿que pasa?, mi padre respondio "es un temblor, pero no es muy fuerte". Para ser justa con mi progenitor, estábamos en la zona de San Jerónimo, donde no se sienten mucho los temblores. Llegando a la escuela vimos que la barda de la casa de al lado se había derrumbado. Mi papá dijo "bah, parece que si estuvo algo fuerte", me dejó y enfiló hacia el centro de la ciudad, donde tenia no se qué pendientes... el pobre acabó haciéndola de reportero de emergencia para Radio Educación cuando llegó allá y vió lo que había pasado. Yo acababa de entrar a una escuela nueva y recuerdo muy bién que una de las niñas no volvió después de ese día, nunca supimos por qué. Me acuerdo perfectamente de su cara.

Va a sonar tonto, pero me dá coraje no haber sido más grande para poder hacerla de voluntaria en algún lado. Lo único que recuerdo es haber ido al super con mi mamá a comprar víveres para llevar a un albergue (el de Villa Olímpica). A unas semanas de esa fecha, mi tío Mario (Rocha) nos llevó a mí y a mi mamá a ver lo que había quedado del edificio donde el trabajaba en la colonia Roma. Viendo el edificio era increible pensar que alguien había salido de ahí con vida. Cerca vimos varios edificios colapsados donde era seguro que nadie había sobrevivido. Mas allá de ese recuerdo lo que me quedó fue un pánico absoluto a los temblores. Cada vez que siento que la tierra se mueve me da taquicardia y un gran golpe de adernalina. Me acuerdo de todos y cada uno de los temblores en los que he estado desde ese día.

Hay una persona digna de mención con respecto a ésta fecha. Mi prima Lucía. Siempre recogían a ella y a mi hermano antes que a mí de la escuela. Ese día no fué la excepción. Yo salí contando todas las historias horribles que habíamos oido en el radio y no pelé a la pobre niña sonriente que tenia frente a mí... era su cumpleaños y por supuesto NADIE le hizo caso ese día. Desde entonces tiene que compartir la celebración de su onomástico con el aniversario de esa horrible tragedia, pobre. Quiero dejar claro aquí, que yo SIEMPRE me acuerdo de ella en éste día.

¡¡Felicidades Chuni!!

2 comentarios:

Verde dijo...

Mi madre estaba sirviendo el agua de naranja en las cantimploras que yo y mi hermana nos llevabamos a la escuela.

Julio dijo...

Yo estaba siendo mecido en la cama de mis papas...