13.8.08

Generales

Aprovecho el jet lag que me ataca para platicarles generalidades sobre mi reciente viaje a México (con una breve visita a EEUU adosada).

Una vez que había pasado tres o cuatro días reposando tranquilamente, sin prisas para hacer nada, sin presión para llegar a ningún lado, me di cuenta de que hacia varios años que no me tomaba vacaciones de las que sirven para descansar. Todas mis vacaciones de los últimos tres años (maomenos) implicaron viajes grandiosos en los que disfruté mucho, pero no descansé nada; o viajes en los que estaba organizando una boda, o casándome, cosa que obviamente disfruté todavía más, pero que me dejó plenamente agotada. Hace años que no empezaba un día sin tener un plan claro sin que eso fuera un problema, dejense ustedes cuatro seguidos.

Aproveché mi tiempo libre para ver a una buena cantidad de parientes (en particular a mi abuela), ir al cine, comer rico, ver a cuates, manejar en carretera, ver la tele, leer, y pian pianito adquirir una enorme cantidad de chingaderitas que al final me costó trabajo meter en la maleta. Me faltó ver a varias personas y me faltó echar el lavadero a gusto con otras tantas que sí alcancé a ver, pero estos años en el exilio me han enseñado que no se puede todo y que lo que caiga es bueno.

Entre lo que más disfruté estuvo tooodo el tiempo que alcancé a pasar con mi familia nuclear original (mamá, papá y Julio) haciendo cosas especiales como ir a museos, viajar, celebrar cumpleaños, o más mundanas como ver la tele, comer, ir al cine, sacar la garra (se las dejo de tarea). Tengo la fortuna de tener una familia que me cae a toda madre y con los que me la paso genuinamente bien. Realmente atesoro el tiempo que paso con ellos, porque es muy placentero y sobre todo, muy divertido. Ya se los había dicho, pero desde aqui les vuelvo a dar las gracias.

Total que sin planearlo propiamente, acabé teniendo unas vacaciones soñadas. Espero que realmente me hayan reparado como se debe, porque tengo montañas de chamba que hacer de aqui a fin de año.

1 comentario:

Julia dijo...

Isn't it odd how some travel can be so exhausting and some so refreshing? I must admit that since having a child, all travel has become the exhausting kind. For someone who claims to love travel like I do, I work awfully hard to avoid it these days. :)