La calle frente a mi casa esta completamente cerrada (es una de las calles más importantes de Munich), y completamente llena de gente ondeando banderas turcas. Eso de vivir en el celebródromo de la ciudad tienen sus ventajas y sus bemoles. Da gusto ver a tanta gente tan contenta, pero seguro no van a dejar de gritar y tocar el claxon hasta bien pasada la medianoche... oh well. Felicidades a los turcos.
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