Agujeros Temporales: Sintra

21.7.12

Sintra

Audra y yo decidimos que Sintra estaba lo suficientemente cerca como para ir y volver a tiempo para el festival. La decisión valió toditita la pena.

Dado que teníamos tiempo lmitado, decidimos concentrar nuestra visita en el Palácio Nacional da Pena, que además del palacio es un parque nacional. Como ilustraré más adelante, los portugueses son encantadores, dulces, guapos, y extremadamente lentos para las filas. Es asombrosa la cantidad de tiempo que pasamos formadas tratando de comprar boletos.

Por más que a uno le expliquen que el palacio es peculiar, nada puede preparar para la impresión que da ver esa extrañísima construcción entre medieval y morisca. Aunque el castillo de Wat Disney está oficialmente inspirado en el castillo de Neueschweintein, yo me sentí mucho más en un cuento de hadas en éste. Lo más extraño es que aunque parezca de juguete, la realeza portuguesa lo usó de manera extendida, y desde que no hay realeza, ha sido usado como museo. Estando en Portugal, es obvio que buena parte del palacio está cubierta por mosaicos, sobre todo en el interior (donde no dejan sacar fotos). El lugar da para tomar dos millones y medio de fotos. Torturé bastante a la pobre de Audra con eso de las fotos, pero creo que valió la pena. Si algún día me da tiempo, haré panoramas.

Al bajar a la ciudad, nos fuimos inmediatamente al que estaba marcado como el mejor restaurant, a pesar de lo escandalizado que estaba nuestro taxista porque quisiéramos gastar tanto dinero. Resulta que en Portugal, como en muchos otros lugares de Europa, cierran las cocinas entre el almuerzo y la cena. Tuvimos que encontrar otro lugar basadas en nuetsro instinto, y tuvimos mucha suerte al encontrar un pequeño restaurante que resultó tener unos platos de pescado espectaculares. Me comí un bacalao a la crema verdaderamente delicioso.

El lugar es famoso por estar normalmente rodeado de niebla. A nosotras nos tocó verlo en pleno sol esplendoroso, y también así se ve muy bien.